Un grupo de investigadores identificó anticuerpos neutralizadores del virus del Zika procedentes de un paciente afectado que protegieron por completo a ratones de la infección, según un estudio que publica hoy la revista Science Translational Medicine.
Este hallazgo se une al arsenal actual de anticuerpos que se encuentran en desarrollo para suplir la gran necesidad de terapias y vacunas antivirales contra esta enfermedad, según un comunicado.
Los anticuerpos utilizados en el estudio, realizado por científicos del universidades de China, Canadá y Reino Unido, tienen como objetivo exclusivo el zika, a diferencia de otros que se están investigando y que reconocen tanto el virus de esa enfermedad como al del dengue, los cuales guardan una gran relación.
La alta especificidad de esos anticuerpos, dirigidos solo el zika, "podría resultar fundamental" para evitar potenciales efectos secundarios, como una infección por el virus del dengue.
El equipo, dirigido pro Qihui Wang, de la Academia de Ciencias de Pekín, aislaron 13 anticuerpos monoclonales de la sangre de un paciente infectado que regresaba a China después de visitar Venezuela.
De esos anticuerpos los conocidos como Z23 y Z3L1, "potencialmente" eliminaron el virus in vitro sin que se provocara una reacción cruzada con cepas del virus del dengue, y protegieron completamente a ratones de infectarse con el zika.
Los análisis estructurales sugieren que los anticuerpos bloquean la infección mediante el ataque de ciertos lugares en la envoltura del virus, la cual ayuda a este a entrar a las células.
Los autores afirman que se necesitará "un análisis en mayor profundidad" para comprender mejor cómo es que el Z23 y el Z3L1 ofrecen esta protección específicamente.
El zika es una infección transmitida por mosquitos y ha sido vinculada al nacimiento de bebés con microcefalia. El año pasado se registró un brote que afectó a más de 80.000 personas en todo el mundo.
Aunque la Organización Mundial de la Salud ya no considera el zika una emergencia de salud pública internacional, aún se mantiene una necesidad de obtener enfoques preventivos y tratamientos para la enfermedad, ninguno de los cuales ha sido aprobado clínicamente.