El terremoto de Japón ha desmoronado los cimientos de una economía que veía cerca la salida de la crisis. Ocurre justo cuando muchos veían signos de recuperación. Las primeras estimaciones cifran el coste más directo en unos 100 mil millones de dólares, un dos por ciento de su Producto Interior Bruto. Sólo las repercusiones de los cortes eléctricos sufridos hasta ahora en el país representan un 0,29 del PIB nipón.
Durante el año pasado Japón consiguió superar la profunda recesión del 2009, cuando su economía cayó más de un 6 por ciento. Creció casi un 4 por ciento y los cálculos apuntaban a un repunte del PIB nipón para este año del uno y medio, eso antes del terremoto, ahora las previsiones estiman a un retroceso del 8 por ciento. La actividad se ha parlizado en Japón; Honda, Nissan, Mitshushi hoy han paralizado su producción. Toyota no abrirá hasta el miércoles.
Esta misma mañana el Banco Central Japonés ha ampliado a 130.000 millones de euros la inyección de liquidéz al sistema financiero. Su Gobernador, Masaaki Sirakawa no descarta que haya más inyecciones al mercado. Esta inyeción ha hecho que se recuperara la moneda japonesa, el yen, cuya cotización frente al dólar llegó a niveles históricos tras el terremoto.
Aún así en Japón algunos ciudadanos no creen que las consecuencias económicas vayan a superar a la vivida en el crack financiero de 1987- En aquel "lunes negro" la bolsa nipona cayó en un sólo día un 20 por ciento. Hoy el índice Nikkei ha llegado a desplomarse más de un 6.
Las pérdidas económicas causadas por el terremoto y el subsiguiente tsunami en Japón alcanzarán los 15 billones de yenes (unos 131.000 millones de euros), equivalentes al 3 por ciento del producto interior bruto (PIB), según una proyección realizada por el banco Credit Suisse.
Las pérdidas directas, incluidos los daños sufridos por los aeropuertos e instalaciones portuarias en el área de Sendai, comportarían la tercera parte de esa cifra, en tanto que las daños indirectos ascenderían a unos 10.000 millones de yenes (87.000 millones de euros).
La estimación de daños indirectos toma en consideración que no se ha informado de daños mayores en instalaciones industriales de las zonas afectadas, así como la importancia que tienen la agricultura y la pesca para la economía local.