El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 250.000 las personas que han seguido la visita del papa Benedicto XVI por las calles de la capital catalana y en la Sagrada Familia.
Fuentes municipales informaron que esta cifra incluye el recorrido del Papamóvil, los fieles en el interior y exterior de la Sagrada Familia y en la Monumental de Barcelona.
De éstas 250.000 personas, 6.500 lo siguieron desde el interior del templo, cerca de 50.000 desde el exterior de la Sagrada Familia y unas 13.000 desde la plaza de toros Monumental.
La visita a Barcelona del Papa suponía su segunda escala dentro del viaje pastoral a España, iniciado el sábado en Santiago de Compostela.
Los recorridos del Papamóvil entre la sede del Arzobispado de Barcelona y la Sagrada Familia se han desarrollado más rápido de lo previsto, ya que debía durar una media hora, y finalmente se ha hecho en unos escasos 10 minutos. En estos recorridos se han reunido unas 180.000 personas.
PASO MÁS BREVE
Fuentes del dispositivo de seguridad han explicado a Europa Press que el paso del Papa por las calles del centro de Barcelona ha sido más breve puesto que la afluencia ha sido menor de la esperada.
En el recorrido de vuelta entre la Sagrada Familia y el Palacio Arzobispal se ha reunido una mayor afluencia de ciudadanos que en el recorrido de ida.
El Papamóvil ha partido del Arzobispado de Barcelona pasadas las nueve de la mañana en un recorrido que apenas ha dado lugar a improvisaciones y a diferencia de Santiago de Compostela, donde el Pontífice se detuvo para bendecir a varios bebés, en esta ocasión el Papamóvil ha hecho el recorrido de un tirón e incluso el Pontífice no ha bajado la ventanilla del vehículo.
El Pontífice ha avanzado en medio de los vítores de los asistentes, que formaban una fina y larga hilera durante todo el recorrido, en el que no ha faltado público en los balcones.
El viaje de vuelta se ha iniciado sobre las 13.25 horas, con 40 minutos de retraso respecto a lo previsto, su trayecto con Papamóvil desde la Sagrada Familia hasta el Palacio Arzobispal de Barcelona, donde come junto con 150 obispos.
El Pontífice, que ha convertido la Sagrada Familia en la novena basílica de Barcelona, ha recorrido a un ritmo acelerado el centro de la ciudad --40 km/h, según fuentes de la Guardia Urbana-- jaleado por ciudadanos y familias que enarbolaban 'senyeres' y banderas del Vaticano, y que coreaban palabras de elogio a Ratzinger.
En ambos trayecto, el Papa ha ido acompañado en el interior del vehículo de su secretario personal, Georg Gaenswein, y el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.