Un sobrino del vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, Jaime Chaves, condenado en firme por abusar sexualmente de dos chicas de 14 y 15 años (y con antecedentes por exhibicionismo) fue inusual y rápidamente clasificado en tercer grado por la dirección del centro de inserción social de Sevilla al que fue enviado.
Tras permanecer sólo tres semanas privado de libertad, ahora ya sólo tiene que acudir a dormir de lunes a jueves al Centro de Inserción Social (CIS) Jiménez de Asúa de Sevilla, a pesar de que es reincidente y fue condenado por exhibicionismo y provocación sexual antes de los abusos en el colegio.
Tampoco cumple el requisito marcado por la ley de haber resarcido a sus víctimas, ya que sólo ha pagado 30 euros de los 18.000 con los que debe indemnizar a las dos jóvenes.
La Fiscalía de Sevilla ya ha recurrido. El padre de la víctima, que prefiere ocultar su identidad para proteger a su hija, ha pedido una investigación sobre la concesión del tercer grado.
A pesar de que ya han transcurrido cinco años desde que ocurrieron los abusos, su hija siente pánico de cruzárselo por la calle.