El equipo médico de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha accedido a retirar la alimentación artificial a Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad degenerativa irreversible para la cual sus padres piden una muerte digna, y será sedada en próximas horas, según informó el abogado de la familia, Sergio Campos. La nueva postura del equipo de Pediatría del CHUS supone que sólo se le va a mantener "una mínima hidratación" para que los fármacos hagan efecto, con lo que el desenlace será cuestión de días. "Pueden ser dos, cuatro, ocho o 38 días", expuso el abogado acerca de la incertidumbre sobre el período que le queda a la pequeña, pero puntualizó que Andrea tendrá una muerte "dulce, un poco más fácil que la vida que ha tenido".