La Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género, que el Gobierno aprobará en unas tres semanas, pondrá el foco en el aislamiento y la desprotección del maltratador como objetivo principal para luchar contra ese tipo de conductas, promoviendo la libertad vigilada de los condenados y convirtiendo en delito actitudes como el acoso y la manipulación de dispositivos antimaltrato.
Así lo adelantó este sábado en rueda de prensa el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, quien destacó que se trata de un plan "ambicioso", compuesto por 258 medidas y en el que el Gobierno va a invertir 1.539 millones de euros.
La Estrategia, que tendrá una vigencia de cuatro años (2013-2016), ha buscado la implicación de todos los agentes sociales que interactúan en la lucha contra la violencia de género y pretende dar "un paso de gigante" en la erradicación de ese tipo de conductas, tal y como precisó Moreno.
"Lo que pretende esta Estrategia es aislar completamente al maltratador, desprotegerlo, y amparar la protección a las víctimas y a los menores. En definitiva, ponérselo muy difícil al maltratador y ponérselo mucho más fácil a la víctima", aseguró el secretario de Estado.
Uno de los ejes fundamentales del plan es combatir el silencio de las víctimas, consolidando instrumentos que se han demostrado eficientes en estos últimos años, como el teléfono 016, un número que quiere hacerse extensivo a todas las comunidades autónomas para que sea común a todo el territorio nacional.
SECTORES MÁS VULNERABLES
La Estrategia contiene igualmente una serie de medidas para reforzar la protección de los sectores más vulnerables a la violencia de género, como los menores y las mujeres adolescentes, con discapacidad, mayores de 65 años e inmigrantes, colectivos reacios a presentar una denuncia de malos tratos.
El plan quiere potenciar los canales de información y sensibilización, tanto tradicionales como los derivados de las nuevas tecnologías, así como fomentar la coordinación entre las distintas administraciones para alcanzar una "ventanilla única" de atención a las víctimas que les haga más fácil acceder a esos servicios.
Por otro lado, el Ejecutivo impulsará protocolos para la detección de los casos de violencia de género en el entorno escolar y difundirá una guía en la que se explicará cómo descubrir manifestaciones de maltrato que, sin ser explícitas, constituyen el paso previo a la violencia física.
Asimismo, se dará información a los centros de salud y Atención Primaria para la detección temprana del maltrato y se realizarán campañas de prevención.
ACOSO Y LIBERTAD VIGILADA
La Estrategia promoverá la tipificación como delito del acoso, hostigamiento y acecho que afecte a la vida diaria de una mujer, así como la manipulación de los dispositivos de control utilizados para facilitar el cumplimiento de penas, medidas cautelares o de seguridad de los agresores.
También va a promover la libertad vigilada a los delitos de violencia de género para conocer en todo momento la situación de los condenados por dicha conducta (si han salido de la cárcel, qué tipo de permisos se les han concedido, etc) y evitar así la reincidencia.
El Gobierno también impulsará, en otro orden de cosas, la aplicación de medidas que faciliten la movilidad geográfica de las empleadas públicas víctimas de violencia de género, una reivindicación que, según recordó Moreno, se había realizado hace tiempo y que tiene respuesta ahora en este plan.
Finalmente, se impulsarán medidas para la atención de mujeres víctimas de malos tratos en el extranjero y de protección para las que sufren trata, tipificando como delito los matrinonios forzosos.
"El maltrato a la mujer es una de las grandes lacras que tiene nuestro país, una figura absolutamente inadmisible en la sociedad española del siglo XXI, y estamos convencidos de que esta Estrategia va a servir para reforzar la repulsa hacia el maltratador y la integridad de la mujer", concluyó el secretario de Estado.