El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha dejado en libertad a Abdelilah El Fadual El Akil, el marroquí detenido el pasado jueves por la Policía reclamado por su país por su presunta vinculación con el yihadismo y que fue juzgado por los atentados del 11M.
Fuentes jurídicas han informado a Efe de la decisión del juez, adoptada el pasado viernes pero conocida hoy y que va en contra de la opinión de la Fiscalía, que solicitó el ingreso en prisión del detenido.
Abdelilah El Fadual El Akil, de 47 años, fue detenido en Madrid en una operación de la Comisaría General de Información desarrollada por la Orden Internacional de Detención dictada el pasado mes de mayo por las autoridades marroquíes.
Se le buscaba por, presuntamente, haber pertenecido a una organización terrorista para la preparación de actos violentos con el fin de alterar el orden público, así como para la obtención de fondos encaminados a la financiación de esas actividades.
El detenido, residente en la localidad madrileña de Parla, estuvo involucrado ya en 2004 en la investigación policial y posterior proceso penal llevado a cabo por los atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo de ese año.
Abdelilah El Fadual El Akil fue condenado por la Audiencia Nacional a 9 años de prisión, pero el Supremo lo absolvió al no encontrar pruebas de que colaborara con la célula que cometió el 11M, a pesar de que trasladó un coche de los terroristas, lo que para el alto tribunal no permitía concluir que sabía que el grupo iba a cometer un atentado.
Durante las investigación de esos atentados, las fuerzas de seguridad consideraron que el ahora detenido era un estrecho colaborador del Chino, el suicida Jamal Ahmidan, que murió el 3 de abril de 2004 junto a otros sospechosos de haber participado en los atentados del 11M cuando la Policía quiso allanar el edificio donde vivían y estos hicieron explotar una poderosa bomba que les mató a todos.
La Policía creyó entonces que Abdelilah El Fadual El Akil mantuvo frecuentes contactos telefónicos con el Chino y que intentó llamarle el 29 de febrero de 2004, cuando el suicida viajaba desde Asturias con los explosivos.