La joven ceutí de 18 años captada por una red yihadista que fue detenida en Turquía antes de cruzar la frontera con Siria tardó apenas unas horas en darse cuenta de que el destino dorado que le habían prometido no era más que una pesadilla. Consciente de su error, tuvo tiempo de escribir varios mensajes de auxilio a un familiar al poco de llegar a Turquía, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.