El investigador del Faisán paró la operación tras hablar con Garzón y Marlaska

  • Declaraciones del Comisario de la Unidad Central de Inteligencia ante el juez Ruz

Los sindicatos policiales apuntan que hubo una orden política para borrar fragmentos de las cintas del caso Faisán. Insisten en que ningún agente toma esa inicitiva sin una orden de un superior. Mientras, seguimos conociendo detalles de las declaraciones ayer en la Audiencia Nacional. El Comisario de la Unidad Central de Inteligencia sostiene que el inspector responsable del operativo, Carlos Germán, paró la operación antiterrorista tras una conversación con Garzón y Marlaska.

Según declaró ayer el jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), José Cabanillas, ante el juez Ruz, Carlos Germán, jefe del operativo destinado a desarticular la red de extorsión de ETA, abortó la acción tras reunirse con Grande Marlaska, el juez que ordenó la operación, reunión en la que hablaron con juez Garzón.

Según Cabanillas, despues de que Garzón conversara por teléfono con ambos, Marlaska les informó de que, por cuestiones jurídicas, no iba a autorizar detenciones, solo entradas y registros. Al salir de la reunión, Germán decidió abortar la acción.

El responsable de la UCI ha ratificado ante el juez lo que ya dijo en su informe: que Carlos Germán "fue reticente en diversos momentos" a llevar a cabo la operación policial porque "era una operación que conllevaba riesgos políticos dada la tregua de ETA" y el proceso de negociación abierto, en la que podía estar implicado Gorka Aguirre, alto cargo del PNV. Al día siguiente se produjo el chivatazo.

Los sindicatos policiales aseguran que es literalmente imposible que cualquier cargo policial, por muy alto que sea el puesto que ocupe en la cadena jerárquica, adopte la decisión de autorizar algo como el chivatazo si no es por orden de un cargo político del ministerio.

Ayer en Madrid Opina, José Luis Requero, opinaba sobre la decisión del juez Ruz de no llamar a declarar a Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad.

Por ahora, en el caso Faisán hay tres imputados; el director general de la Policía, García Hidalgo, el jefe de la Policía en el País Vasco, Enrique Pamiés y José María Ballasteros, inspector destinado en Vitoria.