Unos cien inmigrantes han conseguido entrar este martes en Melilla en una avalancha, "coordinada y al unísono" a través de la valla fronteriza, protagonizada por alrededor de 300 subsaharianos. Según ha confirmado la Delegación del Gobierno en una nota, el asalto, que ha calificado como "una invasión en toda regla", se ha producido en torno a las 15:00 horas, en la zona del Río de Oro, uno de los lugares habituales utilizado por los inmigrantes en sus intentos de entrada a Melilla.
Un grupo de unos treinta subsaharianos han avanzado por el cauce del río, según ha podido comprobar Efe en el lugar de los hechos, donde han sido interceptados por agentes de la Guardia Civil y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional.
Desde el conocido como puente del Tesorillo, decenas de ciudadanos han presenciado el avance de los inmigrantes, que iban con el torso desnudo y gritaban "libertad, libertad". Un agente de la Policía se ha acercado a los inmigrantes para negociar con ellos, ya que, en un principio, se pararon en el cauce y se negaron a abandonarlo.
Finalmente, los subsaharianos han accedido, ya que había varios heridos entre ellos, que fueron atendidos por los servicios sanitarios melillenses. Los restantes subsaharianos han sido conducidos hasta la Comandancia de la Guardia Civil, donde, inicialmente, no querían entrar, pidiendo ser llevados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), adonde había llegado otro grupo más reducido.
Según la Delegación, algunos de ellos se han dirigido a otros barrios, como el de la Constitución, donde se produjo "alarma" entre los vecinos, "ante las carreras de inmigrantes descontrolados que se enfrentaban en actitud prepotente y agresiva a las fuerzas de seguridad".
Dos guardias civiles de servicio en el perímetro fronterizo se han lesionado, uno de ellos con un esguince en la rodilla y, el otro, con una contusión en la mano izquierda. Como consecuencia de la "invasión, la valla ha sufrido desperfectos en unos cuarenta metros de lo que se denomina "muelle antitrepa", que ha quedado aplastado y que ya se está reparando.
"La Delegación del Gobierno es consciente de la desesperación de los inmigrantes arraigados en el entorno marroquí que circunda a Melilla. No obstante, considera intolerable el asalto masivo sobre nuestra frontera que vienen protagonizando de forma recurrente", asevera la nota.
Asimismo, recuerda que es necesario "reflexionar" sobre este tipo de inmigración irregular, "que ha transformado la entrada pacífica en nuestro territorio en una abierta demostración de fuerza". Incide, además, en el papel "espurio" que juegan las mafias que "embaucan y engañan" a los inmigrantes, hasta llevarlos a la situación límite que deriva en los episodios como los que se están viviendo en Melilla.
"No nos enfrentamos a un problema que afecta en exclusiva a Melilla, la vecina provincia marroquí de Nador, a España o Marruecos, sino al conjunto de la Unión Europea", concluye el comunicado.