Un total de 18 inmigrantes han bajado ya de la valla de Melilla a la que se habían encaramado a las nueve de la mañana tras el intento de salto de un grupo de entorno a 200 personas y han sido entregados a las fuerzas marroquíes, porque las fuerzas policiales españolas entienden que al no haber superado el vallado no han entrado en España.
A primera hora otros nueve continúan encaramados al perímetro fronterizo y se resisten a abandonar su posición. La Guardia Civil mantiene un amplio dispositivo en esta zona, junto a los Pinares de Rostrogordo, por donde esta mañana entre 150 y 200 migrantes han intentado entrar en Melilla. Todos, menos la veintena que se han encaramado a la valla, han sido repelidos por las fuerzas policiales marroquíes.
De las 25 personas que se encaramaron al vallado y a la farola anexa al mismo, donde dos migrantes han permanecido más de ocho horas, una ha sufrido una lipotimia y ha sido trasladada al Hospital Comarcal de Melilla, donde le han tratado además de los cortes que sufría a consecuencia del intento de salto. Se espera que en las próximas horas sea dado de alta, según fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.
Según las fuentes policiales consultadas por Europa Press, la Guardia Civil, que permanece en la zona intentando "convencer" a los migrantes para que bajen voluntariamente del vallado, que tiene más de seis metros de altura, les ha estado proporcionando agua a lo largo de la jornada para evitar casos de deshidratación.
La prensa que se encontraba en la zona cubriendo el suceso en el lugar los hechos ha sido desalojada al tratarse de una "zona de seguridad", según las mismas fuentes.
La ONG Prodein ha denunciado esta mañana en su cuenta de Twitter que la Guardia Civil estaba devolviendo a Marruecos sobre la marcha a migrantes heridos que habían conseguido saltar el doble vallado. Además, esta entidad, con sede en Melilla, ha afirmado que los agentes impidieron el acceso de Cruz Roja a los heridos para prestarles asistencia.
Fuentes de Cruz Roja informaron a Europa Press de que un vehículo de la Institución Humanitaria se había desplazado a la zona de la valla poco después de producirse el intento de salto en grupo y tras intercambiar unas palabras con los agentes allí desplazados, se había dado media vuelta sin realizar ninguna intervención. No obstante, estas fuentes no quisieron ni confirmar ni desmentir que los agentes les hubieran prohibido llegar hasta los migrantes.
Por su parte, fuentes del Instituto Armado niegan que se haya negado a los sanitarios el acceso, sino que se ha pedido a la ambulancia que se situase a "una distancia prudencial" porque el vallado donde se encontraban los migrantes encaramados es "una zona de seguridad" con un área "muy estrecha" y su presencia allí, podía "entorpecer" el trabajo de los agentes.
En este sentido, inciden en que no se trataba de negar asistencia a los migrantes, sino de que la ambulancia no tenía "nada que hacer" en ese punto exacto de la valla mientras ellos estuvieran encaramados a la parte superior. Cuando se han requerido sus servicios, como en el caso de la persona que ha sufrido una lipotimia, se les ha llamado, le han asistido y le han trasladado al centro hospitalario, según explican.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press afirman que la valla de Melilla es territorio español, por lo que técnicamente, los migrantes que se encuentran encaramados a la misma ya están en Melilla y por tanto, les debería ser de aplicación la Ley de Extranjería y no podrían ser devueltos sobre la marcha a territorio marroquí.