La pregunta, que está en el aire, es si los sindicatos van a convocar una huelga general contra la reforma laboral. La última fue contra el Gobierno de Zapatero y a pesar de que entonces el número de parados era ya de 4 millones y medio y subiendo, la protesta sindical se quedó a medio gas. Dicen los expertos que habrá huelga si la calle lo pide y que un hipotético fracaso podría herir gravemente a las organizaciones sindicales cada vez menos valoradas por la opinion publica.