La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha opuesto a que el juez Pablo Ruz llame a declarar como testigo al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, por las llamadas que intercambió con los imputados del "caso Faisán" en las horas previas y posteriores al chivatazo a ETA, que tuvo lugar el 4 de mayo de 2006 y que alertó a la banda terrorista de la operación policial que se iba llevar a cabo contra su aparato de extorsión. El representante del Ministerio Público solicita por lo tanto al magistrado que desestime el recurso interpuesto por la asociación Dignidad y Justicia para que se llame a declarar a Camacho.
El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, asegura en un escrito remitido al juzgado de Ruz que la declaración de Camacho "no es decisiva" para la investigación y que sus palabras "ni añaden ni quitan nada" a la causa.
El fiscal asegura que las llamadas que intercambió Camacho con los imputados "obedecen a la lógica y natural relación diaria entre órganos directivos ministeriales y son ajenas al contexto" del chivatazo. Para Bautista, no existe "ningún asidero" en todo el sumario "que acredite ni las trascendencia de las llamadas ni la necesidad de conocer su contenido, máxime cuando en las mismas fechas se está desarrollando una operación antiterrorista de la que, necesariamente, el secretario de Estado de seguridad debe estar al corriente".
El escrito añade que el rechazo de Ruz a la declaración de Camacho estuvo "profundamente motivada, alejada de irreflexión o de irracionalidad". El magistrado rechazó interrogar al secretario de Estado de Seguridad el pasado 4 de febrero en un auto en el que señalaba que la declaración de Camacho carece "de relevancia alguna para la presente investigación, no resultando en todo caso determinantes para el esclarecimiento de los hechos ocurridos el día 4 de mayo de 2006".
RECHAZA EL CAREO ENTRE CARLOS GERMAN Y JOSÉ CABANILLAS
Asimismo la Fiscalía de la Audiencia Nacional rechaza, además, que se someta a un careo al jefe del operativo contra el aparato de extorsión de ETA e investigador del "caso Faisán", Carlos Germán, y su superior, José Cabanillas, quien le acusó de intentar borrar una prueba clave para la causa que intenta esclarecer el chivatazo a la banda terrorista.
El fiscal Bautista asegura que tanto la jurisprudencia como la experiencia de la Audiencia Nacional han demostrado que los careos tienen "una escasa o nula utilidad".
Asimismo, recuerda que están pendientes "la práctica de diligencias que pueden solventar las aparentes contradicciones" entre las versiones ofrecidas por Germán y por Cabanillas.
El representante del Ministerio Público asegura que las citadas contraicciones "no pone en duda los fundamentos básicos de las investigación" llevada a cabo por Germán, sino que "se limita a cuestionar determinados aspectos que son muy colaterales".
DECLARACIÓN DEL INVESTIGADOR
La Fiscalía considera en cambio "pertinente" y "necesario" que el juez Ruz vuelva a tomar declaración a Germán. Aún así, Bautista indica que "la prudencia aconseja" que la nueva comparecencia del jefe del operativo contra el aparato de extorsión de ETA e investigador del "caso Faisán" se produzca "en un momento posterior", ya que hay que esperar "a la práctica de todas las diligencias pendientes, especialmente las de las pieza secreta", en referencia a los nueve folios de la comisión rogatoria remitida por las autoridades judiciales francesas sobre las que se decretó el secreto de sumario.
Finalmente, el fiscal Bautista se opone en su escrito a que se decrete la nulidad de una serie de diligencias de investigación, tal y como solicitaba jefe Superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, imputado en la causa.
