Un estrado vestido de gala para proclamar a un rey

El estrado del Congreso ya está vestido de gala veinticuatro horas antes de la proclamación de Felipe VI, que este jueves será el nuevo Rey de España tras un acto histórico para el que el hemiciclo se ha puesto de tiros largos.

Sobre una tarima de 2,8 metros se ha colocado el estrado presidencial. Allí las cuatro sillas reales, de color grosella, que mañana ocuparán los Reyes Felipe y Letizia, junto a sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, que se sentarán en las dos más pequeñas.

A la derecha de Felipe VI tres sillas más, estas doradas, en las que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los del Congreso y el Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, serán testigos de excepción, y detrás de ellos se colocarán los miembros de la Mesa de la Cámara Baja.

n el otro lado, a la izquierda estarán mañana sentados los presidentes del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y detrás de ellos los miembros de la Mesa del Senado y personal de la Casa Real, incluido el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno.

Delante del asiento del nuevo monarca se ha colocado el atril desde el que Felipe VI pronunciará su primer discurso como Rey de España tras ser proclamado por el presidente del Congreso, Jesús Posada.

Aunque la primera línea se ha reservado para una pequeña tarima cubierta con un paño de terciopelo rojo sobre el que mañana descansarán la corona y el cetro real, que por primera vez fueron utilizados como 'juego de proclamación por Isabel II', sobre un cojín con bordados dorados.

Justo enfrente y presidiendo la zona de invitados se ha colocado la tribuna de honor en la que mañana se sentarán la madre del Rey, la Reina doña Sofía, y su hermana, la infanta Elena, sobre unos cojines blancos.

Galas también para el exterior del Congreso con un patio lleno de centros florales. Petunias blancas y rosas para recibir a Felipe VI, quien antes de hacer su entrada pasará revista a las tropas en la Carrera de San Jerónimo, también adornada con banderas de España y algunos faldones con el escudo real.

EN EL EXTERIOR

Unidades de los tres ejércitos y de la Guardia Civil han realizado un ensayo con la música de la banda del Ejercito del Aire, que ha practicado algunas marchas militares para que mañana nada pueda salir mal. Poco queda ya que cerrar y uno de esos flecos es que el Rey Juan Carlos I sancione esta tarde la ley que hace efectiva su abdicación, y que también tendrá un lugar reservado en el Congreso, donde será trasladada una copia -la otra va directamente al BOE-.

Las calles del centro de Madrid también se preparan. Una gran bandera corona el Ayuntamiento mientras otras más pequeñas rodean la la emblemática Plaza de Cibeles, igual que ondean también enseñas españolas en las farolas desde Moncloa hasta la Plaza de Oriente.

En esa plaza además, con un refuerzo policial especial, se puede ver la gran cola de periodistas de 24 países que quieren acreditarse en el centro de prensa instalado en el Senado para seguir el acontecimiento.

En todos los portales de los edificios ubicados en el recorrido que realizará mañana la comitiva real hay carteles avisando de que se van retirar los cubos individuales de basura esta noche, la del 18 al 19, y en muchas calles aledañas hay también señales recordando que está prohibido aparcar.

Todo a punto, limpio, despejado y engalanado. Así se encontrará mañana Madrid Felipe VI.