Los especialistas en secuestros de la Policía Nacional están convencidos de que los captores de los dos españoles secuestrados en México el lunes estaban decididos a matarles pagaran o no el rescate de 1,3 millones de euros. Era el mismo convencimiento que el de las víctimas, que al saberse a salvo, fue lo primero que dijeron a los agentes: "Soy consciente de que he vuelto a nacer".
El inspector jefe de la Sección de Secuestros de la Policía Nacional, Alberto Carba, revive en declaraciones a Europa Press un secuestro que cataloga entre los "complejos", a pesar de su rápida resolución. Cuenta con 17 años de experiencia profesional en este tipo de negociaciones a contrarreloj.
"Hemos aprendido que desplazar a personal experto es clave para un desenlace feliz, primero para liberar a los secuestrados y, si es posible, también para detener a los captores", explica Carba, el inspector jefe que lidera el Equipo de Intervención en el Exterior de la Policía Nacional.
De la última operación en México no puede dar muchos detalles porque sigue abierta, a la espera de más detenciones. En la tarde del pasado lunes, la Consejería de Interior de la Embajada de España en México comunicó urgentemente que dos ciudadanos españoles habían sido secuestrados a las 6.00 hora mexicana en la carretera de la zona de Lomas de Angelópolis.
Tres empleados de una multinacional española salían de su domicilio hacia su puesto de trabajo cuando el vehículo en el que se desplazaban fue interceptado y golpeado por otros dos turismos. Entonces, varias personas con armas largas les encañonaron y obligaron a introducirse en los coches de los asaltantes.
"Eran cinco personas armadas y sabían a lo que iban, ya que dejaron allí los coches y otros objetos de valor como móviles o los ordenadores, por lo que se podía descartar el secuestro exprés", relata este policía. "Inmediatamente mandamos a nuestros dos especialistas allí para seguir la información en tiempo real y ponerse al frente de la gestión de crisis con las familias", añade.
Los captores pedían 1,3 millones de euros y los policías empezaron una negociación en paralelo a una investigación guiada por un tercer español que, tras ser secuestrado, consiguió escapar y esconderse. Todos trabajaban para una multinacional en la zona de Puebla. Dos permanecieron tres días en una cámara frigorífica, a oscuras y sin colchón.
SIN MARGEN DE ERROR
Carba destaca que en este tipo de casos lo más importante es no cometer fallos, al no haber normalmente margen de error. Lo primero que desaconseja es pagar el rescate. "No hay un patrón común porque cada secuestro depende de factores como las infraestructuras de un país", señala el inspector jefe, que establece los 15 días como la media de tiempo de los secuestros de los españoles en el exterior, 43 desde 2001 en América, Asia, Europa y Africa.
América es el continente que más episodios de secuestros acumula y Venezuela, México y Panamá son los países, por este orden, a los que en más ocasiones se han desplazado los expertos de la Policía Nacional. Carba pone de ejemplo la relación que tienen con sus colegas de Colombia. "Al final somos como una rama extraña de la medicina, necesitamos compartir experiencias y avances para mejorar en lo nuestro", indica.
La Fiscalía de Puebla (México) avanzó el jueves --madrugada del viernes en España-- que dos ciudadanos españoles habían sido liberados en México tras permanecer tres días secuestrados en una cámara frigorífica.
En el operativo desarrollado por parte de los grupos tácticos de la Policía Estatal de Puebla fueron arrestadas dos personas encargadas de la custodia de los españoles. Posteriormente fue detenido un tercer implicado, presuntamente responsable de la organización del secuestro.
DETENIDO UN EX RESPONSABLE DE SEGURIDAD
José Javier Galante, inspector de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional de España, daba las gracias desde México junto a autoridades locales. "La colaboración internacional ha sido exquisita desde el primer momento", apuntaba. Como siempre, agradecía especialmente la colaboración de las familias.
Galante y otro especialista de la Policía se habían desplazado a México para asesorar en las comunicaciones con los captores desde la sede la empresa para la que trabajaban los españoles raptados.
El inspector jefe Carba destaca que entre los detenidos figura el antiguo gerente de seguridad de la empresa para la que trabajaban las víctimas, un ciudadano de nacionalidad mexicana que había sido despedido hacía un mes y que presuntamente había organizado el secuestro gracias a los datos que conocía como ex trabajador de la mercantil española.
"Al final todo secuestro se resuelve por el experto policial si sabe qué puertas hay y de qué llaves dispone", resume Carba, para quien es importante que cualquier español en el exterior confíe en la seguridad, tanto la privada como la pública. "Y sabiendo que el pasaporte español les facilita recursos en situaciones tan complejas como un secuestro", concluye.