El nuevo embajador de Marruecos en España, Ahmedu Uld Suilem (ex dirigente del Frente Polisario) presentó este lunes sus cartas credenciales al Rey, acto formal por el que España le reconocerá definitivamente como representante del reino alauí en nuestro país. Uld Suilem, que llegó el sábado a España, se ha incorporado a última hora al grupo de embajadores que desde el viernes estaba previsto que fueran recibidos por Don Juan Carlos este lunes.
Don Juan Carlos recibió en el Palacio Real a los nuevos embajadores de Cabo Verde, Jorge Homero Tolentino; Uruguay, Carlos Pita; Honduras, Norman García; Costa Rica, Ekhart Peters Seevers; Colombia, Orlando Sardi de Lima; Suiza, Urs Ziswiler, y Marruecos.
Uld Suilem llegó este sábado a Madrid un año después de la marcha de su antecesor, Omar Azziman. España le concedió el plácet (visto bueno diplomático) en abril pasado y el 26 de noviembre el rey marroquí, Mohamed VI, le recibió en audiencia en el Palacio Real, en un acto que constituía su nombramiento oficial como representante de Marruecos en España y el único trámite que faltaba para que se incorporara a su nuevo puesto.
La confirmación de su nombramiento llegó meses después de que se hubiera hecho público que el monarca le había elegido para esa responsabilidad y de que España le concediera el plácet sin mucho entusiasmo, puesto que agotó los plazos temporales que tenía para ello.
La confirmación de Uld Suilem por parte de Mohamed VI llegó casi dos meses después de que España renovara a su embajador en Rabat y colocara a Alberto Navarro en sustitución de Luis Planas. Navarro presentó en diciembre cartas credenciales ante Mohamed VI.
Uld Suilem, a quien se considera miembro fundador del Polisario y consejero del secretario general del movimiento, Mohamed Abdelaziz, abandonó los campamentos de Tinduf (Argelia) en 2009 y pasó a defender la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental del Gobierno marroquí.
Tras abandonar los campamentos, denunció que tanto Argelia como el Polisario inflan el número de personas que viven en Tinduf, que no superan, según él, las 50.000 personas, frente a las 160.000 que cuenta el movimiento independentista.