El juez Fernando Andreu ha acordado el ingreso en prisión de uno de los 32 detenidos en la macrooperación puesta en marcha el martes para desarticular varios clanes de la camorra napolitana asentados en España y ha dejado en libertad con cargos a otros 17 arrestados que han prestado declaración.
El detenido que ha ingresado en prisión es Ion Jairo Granados Escobar, que ha sido imputado por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo, mientras que a los otros 17 les ha retirado el pasaporte y les ha impuesto la obligación de comparecer cada semana o quince días ante la justicia.
Todos los que han sido puestos en libertad están también imputados por alguno de estos tres delitos, han informado fuentes jurídicas.
El juez de la Audiencia Nacional seguirá mañana interrogando al resto de detenidos, otros 14, aunque alguno podría quedar en libertad tras declarar ante la Guardia Civil o la Policía Nacional, que han desarrollado de forma conjunta esta operación, a la que han llamado Tarantela, según las mismas fuentes.
La mayoría de las detenciones tuvieron lugar en la Comunidad de Madrid, y se han practicado 14 registros en domicilios y empresas de los clanes (como restaurantes), en los que se han intervenido 1.130.000 euros en efectivo, dos armas de fuego, maquinaria para cortar droga y se han bloqueado 40 inmuebles valorados en ocho millones de euros.
A los detenidos en esta operación, con la que se ha logrado desarticular varios clanes de la camorra que contaban con ramificaciones en Italia, se les imputan delitos de tráfico de estupefacientes, blanqueo de capitales, amenazas, extorsiones, delitos contra el patrimonio, falsedad industrial y documental.
En noviembre de 2011 se iniciaron las investigaciones sobre varios grupos que supuestamente podrían proveer de droga a otros clanes asentados en Nápoles y que estarían blanqueando las ganancias del narcotráfico a través de un complejo sistema de sociedades instrumentales.
Durante las pesquisas, los agentes comprobaron que los miembros de las organizaciones investigadas habían implantado el modelo criminal italiano en España con actividades delictivas como el conocido "pizzo" de amenazas y extorsiones.
A lo largo de la investigación iniciada hace casi tres años, se han practicado en distintos puntos de Europa de diversas incautaciones de droga a estos clanes hasta un total de 2.800 kilos.
Desde nuestro país, estas mafias trasladaban la droga a Italia y otros países europeos, donde la distribuían y vendían.
Para blanquear las ganancias, los clanes desarticulados habían creado empresas y sociedades ficticias o pantalla.
Con esta operación, la Guardia Civil y la Policía pretenden asestar un duro golpe a varios clanes camorristas asentados en España dedicados traer droga a España procedente de Colombia.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, subrayó el pasado martes que la operación, en la que han trabajado conjuntamente agentes de ambos cuerpos españoles con la Policía y la Guardia de Finanzas italiana, "es una muestra del magnífico estado de la colaboración y la cooperación de ambos países en la lucha contra la criminalidad organizada".
La operación Tarantela contra la camorra italiana se produce apenas un mes después de la detención de tres miembros de esa organización mafiosa en España.
Los detenidos, Mauricio L., Franco C. y Manuel P., que habían huido de la justicia italiana y se habían refugiado en España, fueron arrestados en las localidades de Fuengirola (Málaga), Alcudia (Mallorca) y Corralejo (Fuerteventura), respectivamente, y extraditados posteriormente a Italia.
Sin embargo, la operación más importante contra la camorra registrada en los últimos años en España tuvo lugar en junio de 2013, cuando la Guardia Civil y los Carabinieri italianos detuvieron a más de cien personas, 37 en varias provincias españolas y otras 70 en Italia, relacionadas con el clan Polverino.