El flamenco ya forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad tras la decisión tomada este martes por el Comité Intergubernamental de Patrimonio Inmaterial de la Unesco, reunido desde este lunes y hasta el viernes en Nairobi (Kenya) y formado por 24 miembros, un reconocimiento al que optan 47 candidaturas de 31 Estados parte. Asimismo han sido considerados Patrimonio
de la Humanidad los "castells" humanos de Cataluña, el canto de la Sibila de Mallorca y la dieta mediterránea.
España ha participado, por primera vez, a través de los Ministerios de Cultura y de Exteriores y de Cooperación, como miembro electo del Comité, formado por 24 países de los 132 que han ratificado la Convención de Patrimonio Inmaterial, posición que ocupará durante cuatro años.
El flamenco, los castells y el canto de la Sibila fueron presentados por España como candidaturas nacionales, con la implicación de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia en el caso del Flamenco; de Cataluña, para los Castells y de Mallorca, para la candidatura de la Sibila.
De las cinco candidaturas españolas, el flamenco se presentaba por segunda vez tras un primer intento fallido en 2005.
El flamenco es una expresión artística resultado de la fusión del cante, el baile y el toque. Aunque es una manifestación cultural representativa e identitaria del patrimonio cultural inmaterial de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia se ha convertido en un signo distintivo de la cultura española en el mundo. Su expresión vocal, el cante, funde la tradición oral y colectiva y la creación personal. Con estructuras musicales diversas y unas letras breves y sencillas, sirve de cauce para la expresión de todos los sentimientos y estados de ánimo: la pena, la alegría, la tragedia, el júbilo, el miedo, etc. En el baile se manifiesta un amplio abanico de situaciones que expresan tristezas y alegrías. Su diversidad depende de aspectos musicales, coreográficos (estructurados o espontáneos), geográficos (escuelas locales) y de contenidos.
El Canto de la Sibila se escenifica en todas las iglesias de Mallorca la noche del 24 de diciembre. Este canto se introdujo en toda Europa en la Edad Media y llegó a Mallorca con la conquista cristiana de 1229. Lo que da valor a esta tradición milenaria es la conservación de sus valores originales. Si bien la escenificación y la música han sufrido ligeras evoluciones a lo largo del tiempo, mantiene en su esencia sus características originales de la época medieval. Otro hecho destacable es su arraigo entre la población, a pesar de las invasiones culturales y de tratarse de una isla que tiene un porcentaje de turismo muy alto.
Los Castells son una manifestación festiva típica de Cataluña, de más de 200 años de antigüedad. Consiste en el levantamiento de torres humanas formadas por la superposición de diversos niveles (entre 6 y 10). Los castells son erigidos por grupos de hombres y mujeres de todas las edades, llamados collas. Los castellers lucen una vestimenta tradicional característica y cada colla se diferencia por el color de la camisa que visten sus miembros. El levantamiento de cada castell va acompañado de una música característica, interpretada con un instrumento de viento llamado gralla, que va marcando el ritmo del desarrollo de la construcción. Es habitual que el público asistente a esta clase de exhibiciones se incorpore voluntariamente a la base humana sobre la que se levantan los castells, formada por decenas de personas.
LA DIETA MEDITERRANEA Y LA CETRERÍA
Asismismo, la Unesco incluyó hoy en su lista de Patrimonio Inmaterial la dieta mediterránea, que era una candidatura compartida entre España, Grecia, Italia y Marruecos.
Una dieta que sigue vigente 9.000 años después de originarse y a la que los científicos le atribuyen cada vez más bondades. Frutas, verduras, hortalizas, legumbres, aceite de oliva como grasa esencial, pescado y un consumo moderado de carnes y lácteos son los pilares de la alimentación mediterránea, y España, Grecia, Italia y el norte de Marruecos las zonas geográficas que tienen su "custodia compartida".
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han reconocido la Dieta Mediterránea como un modelo alimentario de calidad, saludable y sostenible.
Otra candidatura reconocida que España impulsaba era en favor de la cetrería, de carácter trasnacional, a propuesta por Emiratos Árabes Unidos y a la que se unieron otros diez países: España, Bélgica, República Checa, Francia, República de Corea, Mongolia, Qatar, Arabia Saudí, Siria y Marruecos, que tambien ha sido distinguida por la UNESCO.
España es, junto a Croacia, ambos con nueve manifestaciones culturales, el país europeo con más patrimonio inmaterial reconocido por la Unesco.
La Convención para la salvaguarda del Patrimonio Inmaterial se creó en 2003 y cuenta con 132 estados miembros.