La exportavoz del PP en el Congreso y número dos de la lista por Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría, será la mano derecha del líder, Mariano Rajoy, en la preparación del debate que le enfrentará al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, el próximo lunes.
Fuentes del entorno de Rajoy han informado a Efe de que junto a Rajoy y Sáenz de Santamaría trabajarán José Luis Ayllón, número dos de la portavoz esta legislatura, y el coordinador de Presidencia del PP, Jorge Moragas.
Ellos, apuntan las fuentes, serán los más estrechos colaboradores del presidente del PP antes del debate, aunque no durante, ya que ni Sáenz de Santamaría ni Ayllón está previsto que acompañen a Rajoy al Palacio Municipal de Congresos de Madrid, donde se está preparando el plató para acoger el debate.
Entonces, el lunes por la noche, el apoyo del líder serán el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, su jefa de prensa, Carmen Martínez Castro, el propio Moragas y previsiblemente la directora de la campaña, Ana Mato.
Ninguna de las fuentes consultadas han precisado qué papel desempeñará uno de los más habituales asesores de Rajoy, el sociólogo Pedro Arriola, aunque dan por hecho que será clave en la estrategia y en la configuración del discurso del presidente del PP.
Si Arriola acudirá al escenario del debate las fuentes no lo concretan, como tampoco detallan quién irá a ver a Rajoy en el receso de la emisión televisiva.
Sáenz de Santamaría, a quien casi todos en el PP ven como futura ministra de un posible Gobierno de Rajoy, ya sabe lo que es trabajar con su jefe antes de un debate, pues a lo largo de la legislatura le ha ayudado a construir sus intervenciones en los discursos sobre el estado de la nación y en los muchos económicos que estos tres año ha acogido el Congreso.
Lo que hará la exportavoz parlamentaria consistirá, explican las fuentes, en aportar datos, cifras e informes y en clarificar las alocuciones del debate a través de las famosas fichas del líder de los populares.
Las fuentes, asimismo, señalan que el Rajoy que se verá en televisión el lunes será un candidato "moderado" y consciente de la "enorme" responsabilidad que tiene por delante si gana las elecciones, así que evitará caer en la pelea permanente que buscará Rubalcaba.
Su pose, su tono, sus palabras, serán propias del favorito para ser el próximo presidente del Gobierno, y como ya hace en los mítines de la campaña, plagará su intervención -sobre todo la última, la que cierre su participación- de llamadas a la unidad, a la concordia y al entendimiento, apuntan las fuentes.
El presidente del PP se encerrará desde hoy en su casa para estudiar qué hará en el debate y pudiera ser que acuda a su despacho de la sede del partido en algún momento de la jornada de mañana.
En el cuarto de trabajo de su vivienda de las afueras de Madrid, que es donde más tranquilo y concentrado suele estar, recuerdan las fuentes, organizará el debate en fichas e hilará el discurso de cada uno de los bloques temáticos del evento de televisión: economía, políticas sociales y regeneración política.
También verá los dos debates de la campaña de 2008 contra José Luis Rodríguez Zapatero.
Además, calculará los movimientos y las maniobras de Rubalcaba, opinan las fuentes, y perfilará sus respuestas.
Con todo, en el PP dan a este debate una relevancia "relativa", pues no creen los estrategas de la campaña que influya en el resultado del 20N.
De hecho, ha sido hoy cuando los negociadores del PSOE y del Partido Popular han ultimado los flecos.