Algunas claves para evitar el cáncer de mama

Caminar tres horas a la semana, no tomar más de dos o tres copas de vino y controlar el peso con una alimentación rica en frutas y verduras. Estos son los tres consejos de oro para reducir el riesgo de cáncer de mama, tanto en las mujeres que no lo han sufrido nunca como en quienes lo han superado y temen que reaparezca.

Así lo ha explicado a Europa Press el doctor Antonio González, jefe del Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Internacional España, especialista en cáncer de mama, quien asegura que, con estos sencillos cambios en el estilo de vida, se puede reducir considerablemente las posibilidades de desarrollar esta enfermedad.

"Está demostrado que las pacientes que superan el cáncer de mama y consiguen hacer ejercicio de forma regular reducen a la mitad su riesgo e recaída. Como ejercicio regular entendemos caminar al menos tres o cuatro días a la semana durante unos 40 minutos cada vez, es decir unas tres horas semanales", ha dicho.

EL ALCOHOL INCREMENTA LAS RECAIDAS

Otro de los factores para reducir el riesgo de cáncer es moderar la ingesta de alcohol. Las mujeres que han tenido cáncer de mama no deben consumir "más de dos copas o tres de vino a la semana o su equivalente en cantidad de alcohol", ya que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de recaída. Tampoco deben sobrepasar este límite quienes no han tenido cáncer, pues este consumo "incrementa el riesgo".

El tercer consejo es seguir una dieta rica en fruta y verdura para controlar el peso, pues un índice de masa corporal (IMC) alto, indicador de obesidad, "está asasociado un mayor riesgo de recaída en cáncer de mama". "No tenemos una relación demostrada entre comer más verdura y la reducción del cáncer de mama, pero sabemos que un IMC alto se asocia a un mayor riesgo de cáncer de mama y recaídas", asevera.

González dice que otros factores, como el tabaquismo, tener el primer hijo a una edad avanzada o tener pocos hijos, también están asociados a un mayor riesgo de cáncer de mama. También sería "recomendable" reducir al máximo el nivel de estrés, pero por ahora la relación del estrés con el cáncer de mama "no está demostrada".