Solo la explosión de la casa de Alcanar, mientras preparaban las bombas, obligó a los terroristas a improvisar la matanza de las Ramblas. Es la confesión de uno de los miembros supervivientes de la célula terrorista justo un mes después de los atentados. Los investigadores afirman, además, que fueron los propios yihadistas los que financiaron el ataque con sus sueldos y la venta de oro y joyas.
Entre sus planes nunca estuvo el de suicidarse. Los yihadistas de la célula de Ripoll pretendían que el terror durase días. Y querían hacerlo colocando coches bomba por toda Barcelona para ir activándolos a distancia.
Es la confesión, recogida por el Periódico de Cataluña, de Mohamed Houli, superviviente de la explosión de la casa Alcanar mientras preparaban los explosivos. Un hecho que les obligó a improvisar los atentados de las Ramblas y Cambrils.
Un mes después de la matanza vamos conociendo más datos acerca de cómo la prepararon. No contaron con financiación exterior sino que pagaron de su propio bolsillo el material para los explosivos y el alquiler de la furgoneta. El dinero lo sacaban de sus sueldos y de la venta de oro y joyas. Las bombonas de butano las adquirieron por internet y las relleneban en las gasolineras de la zona.
Los investigadores destacan precisamente esa capacidad de preparar grandes atentados con tan poco presupuesto.