El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha afirmado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que le está juzgado por desobediencia y prevaricación que fue suya la "iniciativa política" de la consulta sobre la independencia de Cataluña el 9 de noviembre de 2014 y de su gobierno, y que es el responsable de todo.
En la última pregunta de su abogado, Xavier Melero, sobre si también fue el responsable de abrir los institutos, Mas ha afirmado que es "el máximo responsable de la idea del proceso de participación" y de haber sustituido una consulta sobre la independencia suspendida por el TC por un proceso participativo en el que participaron 2,4 millones de personas.
Tras concluir su respuesta, el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, ha intervenido para puntualizar que no había respondido a la pregunta concreta, a lo que Mas ha contestado de forma taxativa: "He dicho que era responsable de todo, si digo de todo, de esto también".
Mas, que solo ha contestado a las preguntas de la defensa en el juicio en el que se sienta en el banquillo como acusado, ha aseverado: "Quiero dejar claro que las directrices venían de la presidencia de la Generalitat y de mi mismo, los otros miembros del Govern siguieron estas directrices, eso afecta a Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs".
El expresidente catalán ha recordado que la iniciativa de impulsar el 9N tenía "unas raíces profundas claras, y estrictamente democráticas", y ha hecho un repaso a los acontecimientos políticos desde que avanzó las elecciones en noviembre de 2012.
Mas ha puntualizado que desde un principio se dijo que la consulta no era vinculante ni tendría consecuencias jurídicas, por lo que posteriormente se convocaron unas elecciones autonómicas de manera legal para conocer la posición de los catalanes, lo que supuso en el Parlament "una mayoría a favor de la independencia de Catalunya".
Respecto a las valoraciones de la consulta, ha resaltado que la junta de fiscales de Cataluña consideraron que no había indicios de delito y que en unas declaraciones públicas el 8 de noviembre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que lo que se iba a celebrar al día siguiente no era un referéndum ni nada que se le pareciese y no tenía ningún efecto. A
nte la suspensión del TC, Mas ha explicado que tuvo que contraponer "dos deberes", el de escuchar la petición de la ciudadanía y de un proceso que estaba en marcha y el de atender una resolución del TC.
"El otro deber era un deber mayor por el mandato parlamentario y el llamamiento de la ciudadanía", ha indicado Mas. "Entendí que ante la imposibilidad de suspender, de la indefinición de la suspensión del TC y ante lo que pasaba en el país, mi deber era que esa jornada se pudiera celebrar en condiciones de normalidad democráticas", ha subrayado.
AVISO DE BARRIENTOS
Sobre si tuvo conocimiento de las denuncias que se presentaron el día de la consulta en los juzgados de guardia, Mas ha declarado que al ver cómo se desarrollaba el proceso participativo se dieron cuenta de que actuaban "correctamente" y se ha preguntado por qué, si era tan evidente que eso era un delito, el TC no hizo nada para hacer cumplir su providencia.
Esta pregunta retórica ha hecho que Barrientos le reprendiera recordándole que no es objeto de su declaración formular preguntas, que solo debe responderlas, y Mas ha respondido que no iba a hacer preguntas pero sí afirmaciones: "El TC en ningún momento hizo nada para hacer cumplir la notificación".
Ha insistido en que la actitud de la Fiscalía de guardia, no actuó para parar la consulta ni realizó ninguna actuación: "Ninguna actuación quiere decir ninguna", ha remachado.
VOLUNTARIOS IMPRESCINDIBLES
Mas ha asegurado que los 42.000 voluntarios que participaron en la consulta del 9 de noviembre de 2014 "fueron elemento y pieza clave imprescindible de la organización del 9N" y sin ellos hubiera sido materialmente imposible.
Ha explicado en el juicio que, después de que el TC suspendiera el 29 de septiembre varios preceptos de la Ley autonómica de consultas y la convocatoria de la consulta popular, hubo un cambio de formato en el que la administración "ya no tenía capacidad por ella misma de llevar a cabo el proceso participativo".
Según ha dicho, sobre todo querían hacer "algo serio y que se entendiera en todo el mundo", y que, ante un proceso de alta complejidad organizativa y logística, o se apuntaba mucha gente o no se hubiera podido llevar a cabo.
Así, ha dicho que en ningún caso se hubiera podido llevar a cabo la consulta "sin la participación de los 42.000 voluntarios", y ha recordado que, en un principio, cuando pidió la participación de voluntarios para organizar la consulta, dijo que necesitaban 20.000.
Sobre la organización de la consulta, ha explicado que tenían un gran compromiso para hacerla porque era la voluntad "de una buena parte del pueblo de Cataluña", por lo que siguieron sin renunciar a su objetivo y cambiando el formato que el TC había puesto en cuestión.
La Fiscalía --que no ha podido preguntar durante la sesión de este lunes-- piensa, en cambio, que Mas articuló "una estrategia de desafío completo y efectivo a la suspensión acordada por el TC", generando la apariencia de que las actuaciones administrativas públicas se paralizaban y el proceso quedaba en manos de voluntarios, según consta en su escrito de acusación.
ORTEGA DICE QUE FUERON LOS VOLUNTARIOS Y NO LA GENERALITAT LOS ACTORES DEL 9N
La ex vicepresidenta del Govern Joana Ortega ha alegado que los "más de 40.000 voluntarios" fueron el "alma" de la consulta soberanista del 9N de 2014 y fueron ellos los que "hicieron posible" el proceso participativo, y no la Generalitat, que lo había dejado "en sus manos" desde días antes.
Tras la declaración del expresidente catalán Artur Mas en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ha llegado el turno de Ortega, que se ha limitado a responder a las preguntas de su abogado, Rafael Entrena, en el inicio del juicio por la consulta soberanista del 9N.
"El cuerpo de voluntarios fue el alma del proceso participativo, fue quien lo hizo posible, porque fue quien lo ejecutó", ha dicho Ortega, que ha recalcado que "escuchar el pueblo, a la gente", no puede ser "nunca un acto delictivo y aún menos un acto criminal". El 9N, ha descrito como un "acto de democracia", tuvo lugar pues "gracias a toda esta gente que de una manera altruista participó en este proceso participativo y democrático".
Ortega ha recalcado que en esos días no recibió ningún requerimiento directo del Tribunal Constitucional y ha advertido de que el Govern no tenía claro "cuál era el alcance ni los efectos" de la providencia del Tribunal Constitucional sobre el 9N.
En cualquier caso, ha insistido en que la "ejecución" del proceso participativo "estaba en manos de los voluntarios", que ya habían sido "instruidos y formados", mientras que el material empleado en la consulta, ya fuesen urnas, papeletas u ordenadores, estaba ya "elaborado y entregado".
PUIGDEMONT, ANTE EL JUICIO A MAS, ORTEGA Y RIGAU: "HOY MUCHOS NOS SENTIMOS JUZGADOS"
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este lunes que muchos catalanes afrontan el juicio del 9N contra el expresidente Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera Irene Rigau como ellos: "Hoy muchos nos sentimos juzgados".
Lo ha dicho en un breve discurso institucional en el Palau de la Generalitat, minutos antes de salir a pie hacia el TSJC junto a su Govern, acompañando a los tres acusados que se sientan en el banquillo desde las 9.
Puigdemont ha afirmado que esta causa "nunca habría tenido que llegar a los tribunales" por el hecho de más de 2,3 millones de personas votaron el 9 de noviembre de 2014. Ha defendido esa consulta como un medio para expresar su opinión sobre las relaciones de Cataluña con el resto de España y "obedecía a un compromiso entre ciudadanía e instituciones".
Ese día "Cataluña envió una señal" y fue un día de alegría y de fortalecimiento democráticos, con esperanza de los catalanes, que ha definido como un pueblo que se la ha ganado a pulso.
RIGAU NIEGA QUE PRESIONARAN A DIRECTORES DE INSTITUTOS PARA ABRIR EL 9N
La exconsellera de Enseñanza Irene Rigau ha negado que presionaran a los directores de institutos para que abrieran las puertas de los centros para la votación del 9N y ha asegurado que en ningún caso tiene conciencia de haber desobedecido al Tribunal Constitucional, porque no recibió ninguna advertencia.
En el juicio por la consulta independentista del 9N, que ha arrancado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Rigau, que únicamente ha respondido a su abogado, Jordi Pina, ha negado haber presionado a los directores de instituto para que colaboraran con la consulta: "Habría sido una contradicción, porque un movimiento con voluntariado no se hace con coacciones".
La consellera ha reconocido que se efectuaron reuniones informativas con algunos directores del área de Barcelona, porque plantearon dudas sobre las consecuencias de abrir, aunque ha aclarado que el único problema lo tuvieron con el IES Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que considera que supone un "caso singular" porque ve un "trasfondo político" en las reticencias mostradas por su directora, Dolores A., que mañana declara como testigo.
Según Rigau, la directora de este instituto, que se negó a ceder el centro para la votación y que en fase de instrucción declaró ante el TSJC que la habían presionado, planteó peticiones que "iban más allá" de las que solicitaban otros directores, por lo que decidieron "prescindir de este centro" y buscaron otra ubicación. "Se resolvió perfectamente", ha alegado Rigau.