La Guardia Civil ha concluido que el anciano de 86 años que ayer mató a su mujer en Pollensa (Mallorca), al atropellarla con su coche, cometió el homicidio a propósito y, por tanto, no fue un accidente como sostiene el presunto agresor, según informaron fuentes del caso.
La investigación desarrollada a lo largo del todo el día por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollensa llegó anoche a la conclusión de que el homicidio fue intencionado, aunque a lo largo de la jornada se barajaron otras hipótesis que ponían en duda que se tratara realmente de un crimen de violencia machista.
El agresor, que había sido traductor de la ONU, continúa detenido en el cuartel de Pollensa y mañana será puesto a disposición del juzgado de Inca que se ha encargado del caso, y que precisamente es el encargado de los asuntos de violencia de género de la zona.
HECHOS TRAS UNA SISCUSIÓN ENTRE LA PAREJA
Los hechos se produjeron sobre las 8:30 de la mañana de ayer en una zona de chalés de El Calvario de Pollensa, cuando después de una discusión el marido atropelló a la víctima, de 50 años y natural de Kenia, en un camino junto a la casa familiar y luego la trasladó a un centro sanitario para recibir asistencia médica.
La pareja estaba en proceso de separación y tenía dos hijos, uno de 25 años y otro de 21 años, que se encontraba en la vivienda cuando ocurrieron los hechos.
El agresor había acudido al domicilio familiar para recoger unas pertenencias, en concreto un busto de su propiedad, y se produjo una fuerte discusión entre el marido y la mujer, quien al parecer se negaba a que se llevara la propiedad.
La discusión continuó fuera del chalé y acabó cuando el hombre atropelló con su Citroën C3 a la mujer en el camino que conduce a la casa.
Desde un primer momento, la Delegación del Gobierno en Baleares dio al caso el protocolo de muerte por violencia de género, y poco después, en los pasillos del Parlamento regional, la consellera balear de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Fina Santiago, informaba del suceso y explicaba que se trataba de un caso de violencia machista, el segundo caso mortal que se registra este año en Baleares.
Desde un primer momento el presunto agresor negó que atropellara a su mujer adrede, al asegurar que fue un accidente cuando ella se puso delante del coche para impedir que se fuera. El hijo de la pareja que se encontraba en la vivienda, y que ayudó a su padre a trasladar a la atropellada a un centro sanitario, donde finalmente falleció, corroboró en un primer momento la declaración del padre.
SIN TESTIGOS
Sin embargo, el hijo reconoció más tarde ante la Guardia Civil que realmente no fue testigo del atropello, como había dicho en un principio, sino que se encontraba dentro de la casa y que no sabía cómo se había producido el atropello.
Las pruebas practicadas por los investigadores han llevado a la conclusión de que el atropello no fue accidental, sino que el anciano la arrolló con el coche a propósito.
Cuando fue trasladada al centro sanitario, donde falleció, la víctima presentaba un fuerte traumatismo cranoencefálico y una fractura de fémur abierta.
El agresor y la víctima habían mantenido en los últimos años constantes peleas y discusiones, en una de las cuales, ocurrida el 1999, la mujer fue detenida por apuñalar a su marido, que estuvo entonces varios días hospitalizado.