A las 11.15 horas ha cruzado los Pirineos el primer TGV. El estreno del tramo internacional entre Figueres (Alt Empordà) y Perpinyà (Francia) ha cumplido el plan, sin que se haya celebrado ninguna inauguración con la presencia de autoridades de los gobiernos español y francés, a diferencia de lo ocurrido en los últimos días con la línea de Valencia.
Un tren de la Société Nationale des Chemins de Fer (SNCF) ha partido de la estación provisional de Figueres-Vilafant a las 11.06 horas. Ha sido el primer TGV en pasar por una infraestructura que estaba acabada y entregada por TP Ferro, la concesionaria de este recorrido, desde febrero del año pasado.
1.500 viajeros en un día
En los cuatro viajes que se realizarán (con transbordo y cambios de velocidad incluidos) durante esta jornada entre Barcelona y París habrá 1.500 viajeros, según ha explicado el responsable de servicios transversales de AVE y larga distancia de Renfe, Félix Martín.
En el tren que ha cubierto el tramo entre la capital catalana y Figueres-Vilafant --un convoy de media distancia convencional-- viajaban 154 personas, una cifra que ha aumentado hasta las 340 para el trayecto hasta Perpinyà, un destino que se ha alcanzado cuando pasaban pocos minutos de las 11.30 horas.
Representación local
Aunque no ha aparecido ningún alto cargo de los ejecutivos francés y español, sí ha habido una tímida representación municipal. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha bajado hasta las vías de la estación de Sants para despedir al tren de ancho ibérico que se desplazaba hasta Figueres, pero no ha viajado hasta el Empordà.
Los alcaldes de Figueres y Vilafant, Santi Vila (CiU) y Consol Cantenys (PSC), respectivamente, se han sumado a la celebración aunque Vila se ha quejado de que se ha tenido que comprar él mismo el billete por la falta de organización de un acto oficial.