El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero considera que la tarea que tienen por delante el Gobierno y el Parlamento es suficiente para agotar la legislatura. El jefe del Ejecutivo ha apuntado que son 36 los proyectos de ley que aún están pendientes de aprobación en las Cortes Generales, y ha citado algunas de ellas como la reforma de las pensiones, la reordenación de la Inspección de Trabajo, las leyes de Igualdad de Trato y de Muerte Digna, la integración del REASS en el Régimen General de la Seguridad Social o un paquete de medidas para modernizar la Justicia, entre otras.
José Luis Rodríguez Zapatero comenzado su discurso en el debate sobre el estado de la nación con un recuerdo a los dos soldados que han muerto en el atentado perpetrado en Afganistán el domingo.
Para Zapatero es indispensable, en los meses que restan de Legislatura, desarrollar medidas que ya están aprobadas, como las políticas activas de empleo, en las que ha recordado la necesaria "colaboración de las comunidades autónomas y los interlocutores sociales", la referente a la Formación Profesional, la reforma de AENA o el nuevo régimen de juego.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que llegará "tan lejos como sea aconsejable" para salir de la crisis, pero ha añadido que no lo hará "a costa de romper los equilibrios sociales básicos" del mercado de trabajo o de quebrar el modelo social y constitucional. "A costa de eso, no", ha enfatizado Zapatero en su intervención inicial en el debate sobre el estado de la nación, en el que ha repasado las reformas que desea poner en marcha para mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento y el empleo.
NUEVAS MEDIDAS POR LOS COMPROMISOS ASUMIDOS
Con el objetivo de culminar el proceso de reformas, el presidente del Gobierno ha puesto sobre la mesa "nuevas iniciativas que responden a los compromisos ya asumidos". Así, ha destacado una "regulación del silencio administrativo para convertirlo en positivo en un buen número de procedimientos, medidas de protección para los sometidos a ejecución hipotecaria, normas para incrementar la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario o medidas en favor de los emprendedores y para aliviar la morosidad que padecen, especialmente, pymes y autónomos ante las entidades locales".
En su opinión, todas estas iniciativas que quedan por aprobar o desarrollar conforman un "programa de trabajo intenso", no sólo para el Gobierno, sino también para el Congreso de los Diputados y el Senado. "Es, así, tarea suficiente para los meses que nos quedan por delante", ha concluido.
Zapatero ha vuelto a apelar al "esfuerzo colectivo" y a la "colaboración institucional" para superar la crisis y ha advertido de que "las urgencias políticas" no deberían llevar a nadie a desdeñar esa cooperación, porque será necesaria también después de las próximas elecciones generales, "gobierne quien gobierne". "Todos deberemos rendir cuentas de nuestra actitud", ha advertido dirigiéndose de forma implícita al presidente del PP, Mariano Rajoy.
En opinión de Zapatero, colaborar no significa renunciar a tener un proyecto propio, pero sí requiere "concretar" las alternativas "para que la posibilidad de un diálogo mínimamente constructivo sea al menos verosímil". Ha vuelto así a ofrecer y a pedir colaboración a todos los grupos parlamentarios y, mirando a los escaños de los nacionalistas vascos y catalanes, ha agradecido "la lealtad y la responsabilidad" que han mostrado a pesar de las críticas o los reproches.
Tras recordar que éste es su noveno debate sobre el estado de la nación y las discusiones a veces "acaloradas y exageradas" que se han vivido en el hemiciclo, ha elogiado que siempre se hayan preservado los valores de la convivencia y la paz.
En ese contexto, ha garantizado su respeto a todos los ciudadanos, al Congreso que encarna la soberanía popular, a los diputados y a España, en la que ha ratificado que mantiene toda su confianza.
RESPETO PARA LAS PROPUESTA DEL MOVIMIENTO 15 M
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó su "respeto" por las propuestas de los movimientos de protesta ciudadana como el del 15-M, aunque ha admitido que no comparte buena parte de ellas. En cualquier caso, ha señalado, dichas propuestas son de "interés indudable" para los gobernantes democráticos.
Zapatero ha aludido así sin citarlo al movimiento ciudadano 15-M, que ha protagonizado protestas que, "salvo expresiones minoritarias de violencia, absolutamente condenables e inaceptables", contienen demandas hechas "al amparo de derechos democráticos".
El jefe del Ejecutivo ha reconocido que se puede discrepar, y él lo hace, con "no pocas de las propuestas" de los "indignados", pero ha insistido en que todas merecen un respeto.
También ha señalado que estas manifestaciones en la calle "forman parte de la fisiología y no de la patología de nuestro modelo de convivencia" y "reivindican, en el fondo, el valor de la política", idea por la que ha recibido el aplauso de la bancada socialista.
Antes, ha dicho que la inquietud y el malestar generado por la crisis ha provocado que desde algunos sectores sociales se dirija una mirada "exigente" al sistema político, un sentimiento que, en su opinión, "también forma parte del estado de la nación".
Ha admitido que la democracia es "perfectible" y se está tratando de mejorar día a día con reformas normativas "y de hábitos y conductas democráticas", una responsabilidad que es "mayor en estos tiempos de incertidumbre y dificultad".
VELARÁ POR EL "CUMPLIMIENTO ESTRICTO" DE LA LEY EN LOS AYUNTAMIENTOS GOBERNADOS POR BILDU
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que mantendrá la lucha contra ETA y "velará por el respeto a todos los derechos fundamentales" de los ciudadanos sus representantes en las instituciones y también velará "por el cumplimiento estricto de la Ley en todos los ayuntamientos", en alusión a la estrategia de algunos alcaldes de Bildu.
Zapatero dedicó cuatro párrafos de su discurso sobre el estado de la nación, mayoritariamente económico, a estos asuntos. En este sentido, el jefe del Ejecutivo precisó que el Gobierno "ha mantenido su estrategia de lucha contra el terrorismo" y dijo que lo seguirá haciendo de acuerdo con la Constitución y las leyes y también "con las respectivas decisiones de los tribunales en aplicación de ambas".
El presidente no citó expresamente la legalización de Bildu por el Tribunal Constitucional, ni las primeras actuaciones de la coalición en los ayuntamientos donde gobierna en el País Vasco y Navarra, aunque aseveró que el Gobierno "velará por el respeto a todos los derechos fundamentales de los ciudadanos y de sus representantes en las instituciones democráticas" y, por supuesto, por el reconocimiento, respeto y afecto a las víctimas del terrorismo". Para ello, dijo que espera seguir contando con el apoyo de la mayor parte de las fuerzas de la Cámara, también para la aprobación de la Ley de Víctimas que se encuentra en tramitación ante la misma.
Además, recordó que el Ejecutivo había mantenido durante el pasado año la estrategia en la lucha contra ETA centrada en tres pilares: la "eficaz actuación" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; una "fluida" y "consolidada" colaboración internacional y la adopción de una reforma legal que "persigue evitar cualquier posibilidad de burlar la exclusión de la vida institucional de aquellas organizaciones que rechacen la violencia".
ESPERA QUE EN LOS PROXIMOS DIAS SE RENUEVE EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
El jefe del Ejecutivo también dedicó un párrafo de su discurso al retraso en la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional que han culminado su mandato, para lamentar la "renovación tardía" de los magistrados que tenía que elegir el Senado, advirtiendo que ese retraso "se puede repetir" en la designación de los jueces que debe designar el Congreso. Se trata, dijo, de un retraso "excesivo e inadmisible". "Espero --precisó-- que en los próximos días o en pocas semanas seamos capaces de asumir nuestra responsabilidad y alcancemos un consenso suficiente". Zapatero también "lamentó" que el debate política haya "irrumpido" en los últimos tiempos en la "crítica" a las resoluciones del Tribunal Constitucional.