Zapatero, abucheado a su llegada al debate con Cañizares

  • Charla sobre el humanismo en Ávila

El origen de la crisis y el futuro de la Unión Europea han marcado el debate entre el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que ha lamentado la "fe excesiva" en el sector financiero, y el cardenal Antonio Cañizares, que ha pedido cambios en una Europa "de mercaderes".Ante unas mil personas que han asistido a la clausura de la II Escuela de Verano de la Universidad Católica de Ávila y que han recibido a Zapatero entre abucheos, ambos han mantenido un debate sobre "El humanismo en el siglo XXI" que ha derivado hacia cuestiones como las relaciones Iglesia-Estado y el diálogo como herramienta para la convivencia, entre otros temas.

Buena parte de la conversación entre ambos, moderada por el director de La Razón, Francisco Marhuenda, ha girado en torno a la coyuntura que vive Europa, cuya unidad es "esencial para el equilibrio de la globalización y para las naciones que la integran", en opinión de Zapatero, que ha pedido que se reafirme la "plena confianza" en la Unión Europea.

El expresidente del Gobierno ha reconocido que los "hijos" de los fundadores de la UE tienen una "tarea ingente" por delante y deben contar con la "confianza y el respaldo" para que Europa siga garantizando "el progreso y la paz" que se fijó como objetivos en su nacimiento.

Zapatero ha insistido en que la UE debe buscar un horizonte en el que se corrijan las taras con las que surgió: la falta de unidad política y la ausencia de mecanismos de apoyo para el euro, entre los que ha citado "la unión fiscal y un tesoro común". En una fase posterior, tras superar la crisis, el expresidente ha fijado como "próxima frontera" para Europa la "unión social", basada en un "mínimo estándar para el conjunto de los ciudadanos".

Antonio Cañizares, convencido de que la actual crisis tiene sus raíces en una "pérdida de valores", en el "relativismo" y en el "capitalismo extremo", ha expresado que los fundadores de la UE "no querían una Europa de los mercaderes" sino que la pensaron como respuesta a las guerras mundiales. "Necesitamos una Europa nueva", ha resumido el cardenal, quien siente que "se necesitan muchos cambios de personas y de valores" porque en la actualidad, "en lugar de unir, está enfrentando a unos países con otros".

En palabras de Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, "parece que hay quienes están empeñados en que Europa y las raíces que la sostienen desaparezcan", aunque se ha mostrado seguro de que "hay futuro para la humanidad". Para apoyar esta visión positiva del futuro, Zapatero ha recordado en varias ocasiones los logros cosechados por la Unión Europea, entre los que ha citado la "expansión de la democracia", la garantía de paz y el "mayor bienestar económico".

EL HUMANISMO

Ambos han coincidido también en que el humanismo es una herramienta válida para afrontar todos estos desafíos que plantea la crisis económica y han unido sus fuerzas para que el diálogo sea el puntal sobre el que se asienten las relaciones entre estados y personas. "El diálogo verdadero y fiel con el interlocutor no puede hacer más que bien a la sociedad", ha resumido Cañizares, con quien Zapatero ha estado de acuerdo al señalar que "es algo más que sentarse a hablar" y equivale "a la puerta que abre todos los caminos".

La complicidad entre ambos se ha evidenciado en más de un pasaje del diálogo, especialmente cuando han citado "El Quijote" para reforzar sus argumentos. "Faltan soñadores y 'quijotes', hay demasiados 'sancho panza', aunque Sancho Panza era muy sabio", ha referido Cañizares sobre la manera de afrontar la crisis, mientras que Zapatero le ha citado un pasaje en el que Don Quijote decía: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre".

A pesar de que el inicio del debate ha estado marcado por las interrupciones, en forma de aplausos para Cañizares y de abucheos y murmullos para Zapatero, al término del encuentro el auditorio les ha despedido con aplausos.