El presidente anunció el viernes en Bruselas lo que el Consejo Europeo llevaba meses deseando oír. Los salarios españoles dejarán de indexarse al IPC y se ligarán a la productividad para dotar de más competencia a nuestro país. Merkel ya se exigió al Gobierno en su visita a Madrid el pasado tres de marzo. Los economistas aseguran que la medida era inevitable y prevén más recortes. Zapatero ya ha anunciado que habrá nuevas medidas a final de mes.