El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado que "el fin de la violencia" no puede suponer "pasar página sin clarificación, reconocimientos ni crítica explicita sobre lo sucedido". Además, ha anunciado que el Gobierno vasco iniciará una "nueva etapa" en materia de víctimas y ha hecho "autocrítica" sobre el trato dado a estos damnificados. En este sentido, se ha comprometido a que la memoria y el dolor de la víctimas "no queden relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado".