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Urkullu apuesta por "ayudar" a Batasuna a pedir el fin de ETA
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, apuesta por "ayudar a que la Batasuna ilegalizada dé el paso de decirle a ETA lo que le tiene que decir, para que pueda estar en las elecciones". Además, considera que son "conciliables el diálogo y la vía policial y judicial", aunque dicho diálogo "se ha de producir bajo la premisa de que le digan a ETA que no representa al Pueblo Vasco ni tampoco a la Izquierda Abertzale".
En una entrevista en el diario Deia, recogida por Europa Press, Urkullu también se ha referido al acuerdo alcanzado con el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, para la transferencia a Euskadi de las políticas activas de empleo, respecto al que advierte de que "no asegura" el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado, ya que era tan sólo una "precondición" para iniciar la negociación de estas cuentas estatales del 2011.
Respecto a la situación de la izquierda abertzale ilegalizada, recuerda que la sentencia del Tribunal de Estrasburgo "ratifica" esta situación, aunque, en su opinión, siga siendo necesaria la derogación o sustitución de la Ley de Partidos.
"En todo caso, en mis conversaciones con Zapatero le he invitado a que reflexione sobre el respeto a la mayoría social en la sociedad vasca y la necesidad de dar pasos para que todas las sensibilidades ideológicas estén en las urnas", añade.
El presidente jeltzale también precisa que no ha planteado a Zapatero "nada" sobre el respeto de la lista más votada en las urnas, sino sobre "el respeto a la mayoría social". En este sentido, señala que el PSE tiene "la responsabilidad de hablar claro ante la ciudadanía vasca para revelar desde el principio si piensa extender su acuerdo de bases con el PP a otras instituciones" tras los comicios municipales y forales.
Asimismo, Urkullu también reconoce que ha indicado al presidente del Gobierno central que el desarrollo del autogobierno vasco debe estar "basado en la bilateralidad entre las instituciones vascas y el Gobierno español, una bilateralidad que no ha existido hasta ahora en cuanto al compromiso de respeto al Estatuto de Gernika".
Preguntado por la posible presencia del mundo de Batasuna en los comicios municipales y forales, asegura que desconoce si se producirá, pero advierte de que "el contador del tiempo va corriendo y eso les exige un pronunciamiento ante ETA" porque, al margen de que éste se dé o no, "no hay otra opción".
"Nosotros con ETA tenemos que ser duros y con la autodenominada izquierda abertzale francos, no duros pero sí francos. Después de tantas experiencias acumuladas no podemos refugiarnos en circunloquios, hipótesis o presunciones. He planteado la posibilidad de una iniciativa que rápidamente fue contestada por el lehendakari López diciendo que no cabía hacer nada y que no quedaba otra que el palo y la zanahoria con ETA y con la izquierda abertzale oficial", explica.
TOMAR LA "INICIATIVA"
Urkullu añade que está convencido de "tomar la iniciativa" basada en cuatro puntos: la exigencia del abandono definitivo de la violencia, "no un alto el fuego, sino un cese definitivo para no vivir bajo la tutela de ETA"; el pluralismo de la sociedad vasca y, por tanto, el respeto a la participación de "todas las ideas políticas"; un acuerdo con una apuesta por el diálogo y la negociación entre todas las fuerzas políticas; y, por último, el respeto a lo que la sociedad "pueda decidir".
"Tenemos que ayudar a que la Batasuna ilegalizada dé el paso de decirle a ETA lo que le tiene que decir, para que pueda estar en las elecciones municipales y forales de la CAV y las forales de Nafarroa", reitera.
Según su planteamiento, debería existir "un ámbito de relación entre los partidos en el que también esté presente el mundo de la Batasuna ilegalizada", en un contexto en el que "son conciliables el diálogo y la vía policial y judicial", siempre que el diálogo se produzca "bajo la premisa de que le digan a ETA que no representa al Pueblo Vasco ni tampoco a la Izquierda Abertzale".
"CAPACIDAD DE INTERLOCUCIÓN"
"Creo que es posible un diagnóstico compartido entre las formaciones abertzales en torno al concepto de autogobierno y territorialidad. Creo que es posible un diagnóstico con los partidos no nacionalistas sobre violencia, pacificación y terrorismo. Creo que el PNV tiene capacidad de interlocución con unos y con otros. Y creo que es posible poner en común todo tipo de diagnósticos del que resulte una conclusión global", recalca.
Por otro lado, se muestra "con humildad, pero orgulloso" de haber logrado la transferencia de las políticas activas de empleo que, a su entender, implican que "hoy Euskadi es más Euskadi que ayer".
Urkullu asegura que la actividad del PNV supone una oposición "constructiva, de control al gobierno pero constructiva". "En ese sentido, ejercemos un gobierno desde la oposición, efectivamente, y ahora se ha visto", añade.
En cuanto a la situación negociadora de Zapatero, reconoce que "las circunstancias" actuales "no se han dado otras veces", por lo que considera que "las oportunidades hay que aprovecharlas", especialmente cuando alberga "la sospecha de que los gobiernos vasco y español habían cerrado un preacuerdo con una interpretación de la transferencia totalmente diferente a lo que ha sido la reivindicación histórica del PNV y del Parlamento vasco, es decir, que planteaban ejecutar la transferencia de manera devaluada, mercancía averiada".
Para Urkullu, López se ha erigido en "portavoz del Gobierno español de manera injusta" en la negociación de esta transferencia, ya que, en lugar de "actuar como lehendakari de los vascos", ha apostado por "defender con la firmeza que lo ha hecho la caja única de la Seguridad Social".
"Me ha dolido mucho la acusación de Patxi López de que el PNV debe a los parados de este país un año de gestión de las políticas activas y que nuestra demanda rompía la caja única de la Seguridad Social", señala.
Además, considera que "el viraje" en el posicionamiento del lehendakari en este asunto "ha sido evidente", pese a que López ha intentado "darle la vuelta al calcetín aplaudiendo que el PNV volviera a la senda estatutaria".
Asimismo, reitera que el apoyo del PNV a los PGE no está garantizado y dependerá de cómo se afronten "tres pilares" como son la situación económica, la situación política y la situación de mayoría social.
"En el debate del estado de la nación presentamos propuestas de resolución en las que se incluían transferencias pendientes que afectan al ámbito socioeconómico y laboral. En éstas vamos a poner el énfasis en la negociación de las cuentas. Por otra parte, el diseño de los propios presupuestos debe estar basado en la austeridad, en la racionalidad del gasto público, sin perjuicio de una apuesta por proyectos de inversión", agrega.
En el aspecto político, resume la posición del PNV en que procurará no "desaprovechar lo que queda de legislatura en el ámbito de la normalización política para un modelo de cierre del Estatuto de Gernika y para alcanzar un acuerdo en la profundización del autogobierno y también en materia de pacificación".