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El que fuera jefe de los comandos de ETA Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", se ha sentado de nuevo en el banquillo de la Audiencia Nacional acusado de ordenar un atentado en Denia (Alicante), pero no ha querido declarar para no participar en un "espectáculo mediático".

"Txeroki" no ha reconocido la "capacidad" de juzgar del tribunal, según ha indicado en euskera, y ha avisado de que no iba a responder a las preguntas del fiscal en un juicio que ha calificado de "espectáculo mediático" o "feria", como ha traducido la intérprete.

Algo más se ha extendido su compañera en el banquillo, Leire López Zurutuza, acusada de participar en el atentado de un hotel de Denia en 2005 que provocó cinco heridos y quien ha reconocido ser militante de ETA y que, como tal, cumplió condena en Francia.

En su caso en castellano, López Zurutuza también ha advertido de que no respondería a las preguntas del representante del Ministerio Público y que no reconocía los hechos que se le imputan.

Unos hechos que se remontan al 30 de enero de 2005 cuando, según el escrito de calificación del fiscal, López Zurutuza y José Ángel Lerín, ya condenado por estos hechos a 17 años de cárcel, colocaron un explosivo en el hotel Port-Denia de la ciudad alicantina en una acción ordenada directamente por el que fuera jefe del aparato militar de la banda terrorista, "Txeroki".

Precisamente, Lerín ha comparecido como testigo en el juicio y, tras negar su participación en el atentado, se ha extendido, a preguntas de la defensa, en un relato pormenorizado de las torturas a las que, según él, fue sometido por los agentes de la Guardia Civil cuando en 2006 fue detenido en una calle de Andoain (Guipúzcoa).

Según han declarado agentes de Información de la Guardia Civil, Lerín fue captado por ETA y citado, por carta, a un encuentro en una iglesia de Francia donde "Txeroki" le ofreció formar parte de un talde de la banda terrorista junto con Leire López Zurutuza.

Oferta que aceptó, por lo que ambos integraron el talde "Zapa", no sin antes recibir un cursillo de armas, explosivos y seguridad que, según los investigadores, les impartió el propio jefe de los comandos operativos.

Directamente dependiente de "Txeroki", el talde recibió la orden de llevar a cabo una "campaña" de acciones contra intereses económicos en distintos puntos del país.

Los agentes han asegurado que el propio Lerín ofreció en su declaración tras ser detenido detalles del atentado de Denia, como que recogió, siguiendo las instrucciones de "Txeroki", tres mochilas con explosivos en Tarragona, adquirió en Fraga (Huesca) un teléfono móvil y colocó el artefacto en la parte trasera del hotel, donde los supuestos etarras comprobaron que no había cámaras de grabación.

Fue la propia Leire López quien desde La Rioja reivindicó el atentado con llamadas a la DYA unos 40 minutos antes de que explotara el artilugio, al que pusieron un cartel con las indicaciones "No tocar. Peligro. Bomba. ETA" tras colocarlo en la fachada trasera del hotel debajo de una escalera de caracol.

El artefacto, que contenía 10 kilos de un explosivo denominado "kaskabarro", explotó, según ha relatado uno de los policías que instruyó el atestado, hacia las tres de la tarde, causando heridas a cinco personas, y entre los restos de la explosión se encontró un temporizador con la marca de ETA.

Tras las declaraciones de los agentes, el fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha pedido 17 años de cárcel para "Txeroki" y López Zurutuza por el delito de estragos terroristas y cinco faltas terroristas.

Para el fiscal, la propia declaración a la Guardia Civil del etarra que ya ha sido condenado por estos mismos hechos es más que suficiente para que los dos acusados puedan también correr la misma suerte.

No han opinado así las defensas de "Txeroki" y López Zurutuza, para quienes no se han obtenido pruebas suficientes que les implique en el atentado, ya que la declaración policial de Lerin, según ellos, se efectuó bajo torturas.