El ex jefe militar de ETA Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', ha renunciado a su defensa durante el juicio que se ha seguido en la Audiencia Nacional contra él y la etarra Ainhoa García Montero por el atentado contra el concejal del PSE Iñaki Dubreuil que provocó la muerte de dos trabajadores de la empresa Elektra y gravísimas heridas a otros dos en febrero de 2001 en la estación de tren del barrio de Marturtene de San Sebastián. "No tengo nada que declarar", ha dicho el exdirigente etarra.
El fiscal Pedro Rubira ha elevado a definitiva su petición de 140 años de cárcel para 'Susper' y su compañera, que tampoco ha realizado ninguna manifestación, por la comisión de dos delitos de asesinato terrorista y seis de atentado en grado de tentativa. Pide además 300.000 euros de indemnización para la familia de los dos asesinados.
El representante del Ministerio Público ha explicado que existen "pruebas suficientes" para condenar a los dos acusados, entre ellas un papel que recogía las actividades que realizaba Dubreuil y las declaraciones incrimintarias que realizaron ante la policía los dos etarras que compartían piso con ellos en una vivienda de Ordizia, Ibon Urrestarazu y Alaitz Iturrioz. Ambos han asegurado que realizaron estos testimonios bajo torturas. También han declarado los etarras Luis María Carrasco e Ibon Etxezarreta, que no han recordado "nada" sobre lo que se le ha preguntado.
ACUDIA AL TRABAJO
Durante la vista oral, que ha quedado vista para sentencia, el edil contra el que se dirigía el atentado ha señalado que éste se produjo a las ocho de la mañana, cuando se desplazaba en tren, como cada día, desde su domicilio de Ordizia hasta su trabajo en San Sebastián. Al apearse del convoy, explotó un vehículo que estaba aparcado junto a la estación. "He tenido una incapacidad absoluta hasta hace año y medio y ahora tengo una total", ha explicado Dubreuil.
Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, 'Susper' y García Montero formaban parte del denominado 'comando Buruntza' que tenía la finalidad de llevar a cabo ataques terroristas contra miembros del PP y del PSOE.
El escrito precisa que García Montero se encargó de detallar las costumbres del concejal, que reflejó en un informe incautado en la casa que ambos ocupaban en la localidad de Ordizia (Guipúzcoa). Tras obtener los datos necesarios, el comando colocó un artefacto explosivo en el maletero de un coche robado que se estacionó en el apeadero de ferrocarril de Martutene "con la intención de hacerlo explotar al paso de Iñaki Dubreuil".
La Fiscalía precisa que el 22 de febrero Dubreuil, su escolta y el resto de pasajeros bajaron del tren cerca de las ocho de la mañana. No obstante, al cruzar la calle Iñaki Dubreuil y su escolta se rezagaron y fueron adelantados por un grupo de trabajadores de la empresa Elektra que se encuentra en las inmediaciones.
En ese momento, uno de los miembros del comando, cuya identidad se desconoce, accionó el artefacto. La deflagración alcanzó de lleno a Angel Santos y Jesús Leonet, que murieron en el acto. Otras dos personas que les acompañaban, José Ignacio Urrestarazu e Igor Larrea, sufrieron gravísimas lesiones. Otros cuatro pasajeros del tren sufrieron heridas de menor consideración.