El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha descartado "interferir" en la subida del precio de la luz, que aumentará el 3 por ciento en enero para 17 millones de consumidores, y ha reconocido que para abaratarlo habría que introducir "competencia en el mercado", liberalizado desde 1997.
En una entrevista al diario ABC, tras ser preguntado sobre si la subida de la luz es inevitable y si se ceñirá al aumento fijado por la subasta eléctrica (determina la mitad del importe del recibo), Soria dijo que "supone el 3 % de aumento. Es lo que ha dicho el mercado y ahí no queremos interferir".
Sobre por la posibilidad de bajar "en algún momento el coste de la electricidad", el ministro responde que "para bajarlo es necesario introducir competencia en el mercado. La ley del sector eléctrico del año 97 introduce competencia. Y teóricamente es un mercado con competencia, pero 'de facto' no ocurre así".
Sobre las primas a las energías renovables dice que "el sistema no puede asumir las primas y menos en un contexto en el que sobra capacidad instalada" y espera que en el sector de hidrocarburos bajen los "precios a medio y largo plazo" cuando se introduzca competencia.
El ministro niega que el relevo en la secretaría de Estado de la Energía (Fernando Martí ha pasado a presidir el Consejo de Seguridad Nuclear y ha sido sustituido por Alberto Nadal Belda) se haya debido a "la más mínima presión o sugerencia" del sector.
En la entrevista, Soria también destaca su intención de prorrogar el Plan PIVE a partir del próximo marzo y extenderlo a furgonetas y vehículos industriales agrícolas, además de comentar que algunos fabricantes de automóviles "se están planteando nuevas líneas y relocalización de actividades en España".
Respecto a la situación de Iberia, el ministro ha señalado que algo está pasando desde la fusión con British Airways (BA), porque tiene "menos ingresos y menos rutas, al contrario que BA", y ha descartado emplear el 12,09 por ciento del capital que posee la nacionalizada Bankia para influir en el avance de la fusión.
El ministro ha descartado también la venta de Paradores pero no la posibilidad de que "se realice una gestión privada o indirecta" de algún establecimiento, al tiempo que señala que han reducido a la mitad, a 300, el número de despidos previstos en el plan de reestructuración de la compañía.