A los agentes de aduanas les basta con echar una ojeada a los pasajeros de cualquier vuelo caliente para detectar a quienes vienen cargados de droga.
De forma inmediata al sospechoso se le traslada al Servicio de Radiología de Barajas. Una sentencia del pasado mes de julio condena a la Agencia Estatal de Administración Tributaria a que quien no sea técnico de rayos se abstenga de realizar procedimientos radiológicos.
Desde entonces, al frente de este servicio solo hay una persona y Barajas permanece abierto las 24 horas del día. Si para cuando los agentes detectan algún sospechoso, el técnico de rayos ha finalizado su turno, es la Guardia Civil la que traslada al bolero al hospital correspondiente para hacerle allí una radiografía.
La Agencia Tributaria asegura que el personal necesario estará listo a finales de año.
