'Santi Potros' se desentiende de un atentado en Barcelona en 1987 contra la Guardia Civil

  • Tres etarras evitan incriminar al exjefe de la banda terrorista en el juicio que ha quedado suspendido
Santi Potros
Santi Potros |Telemadrid

El histórico cabecilla de ETA Santiago Arróspide Sarasola, alias Santi Potros, ha aprovechado su presencia en el juicio que la Audiencia Nacional celebra contra él por atentar contra una patrulla de la Guardia Civil en abril de 1987 para volver a pedir su puesta en libertad.

El que fuera jefe de comandos de la banda terrorista, que se enfrenta a una petición de 94 años de cárcel por parte de la Fiscalía y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), ya hizo este alegato el pasado mayo durante el juicio por el atentado frustrado del ex fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba, por el que resultó condenado a 17 años de prisión. "Pido mi libertad y no voy a declarar", dijo entonces.

Potros, que ha estado defendido por el diputado de Amaiur Iker Urbina, ha reiterado este miércoles que debería estar en libertad y se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal Ana Noé y de la abogada de la AVT, Carmen Ladrón de Guevara.

El etarra arrepentido Caride Simón, acogido a la vía Nanclares y condenado por estos hechos, ha reconocido que se comunicaba a través de notas manuscritas con la dirección de Francia, aunque ha evitado incriminar directamente a 'Santi Potros' como el responsable de las órdenes de atentar contra las Fuerzas de Seguridad.

El etarra Domingo Troitiño, a quien se aplicó la doctrina Parot, y la etarra Mercedes Ernaga han dicho no recordar quién fue el mando que ordenó el atentado del 2 de abril de 1987, que causó la muerte de un hombre que se encontraba en ese momento en el interior de una cabina telefónica y heridas de gravedad a dos guardias civiles. La AVT solicitó la declaración de Caride Simon y Troitiño como testigos y, por tanto, con obligación de decir la verdad y colaborar con la Justicia.

El juicio se reanudará el próximo 16 de julio tras haber sido suspendido este miércoles a la espera de que comparezca un gendarme francés que intervino en la documentación incautada en el momento de la detención de 'Santi Potros'.

LE ACUSAN DE FACILITAR EL COCHE-BOMBA

La Fiscalía y la AVT acusan a Santi Potros, que fue condenado por ser el cerebro del atentado de Hipercor que costó la vida a 21 personas en 1987, de un delito de asesinato consumado, dos asesinatos en grado de tentativa, otro de estragos terroristas y cinco faltas de lesiones que llevan aparejados una pena de 94 años de prisión con arreglo al Código Penal de 1973.

En su escrito provisional de acusación, la fiscal Ana Noé sostiene que el entonces jefe del aparato militar suministró a los miembros del 'comando Barcelona' Domingo Troitiño, Rafael Caride Simon y Mercedes Ernaga 40 kilogramos de explosivo amonal, pistolas, temporizadores y detonadores para atentar en el marco de una "campaña contra militares de alta graduación, miembros de la Guardia Civil y Policía".

A través del acusado, los etarras del comando Barcelona recibieron un automóvil que había sido robado y al que habían cargado con 18 kilos de amonal y 30 de metralla de tornillos para que explotara al paso de una patrulla de la Guardia Civil en el cruce de la Avenida Meridiana con las calles Vizcaya y José Estival de la ciudad condal.

El 2 de abril de 1987 sobre las 22.00 horas, Troitiño accionó a distancia el dispositivo detonador, mientras que Caride Simón vigilaba las inmediaciones y Ernaga les esperaba cerca para huir los tres un piso que habían alquilado con un nombre falso.

La explosión provocó la muerte de Juan Fructuoso Gómez, que se encontraba en una cabina telefónica y heridas a siete personas, los dos guardias civiles y cinco viandantes, además causó daños valorados en 116.892 euros.

Este procedimiento fue uno de los dos que motivó la detención de Santi Potros el pasado 20 de enero y justificó su prisión provisional por riesgo de fuga.

El acusado, a quien el Tribunal Supremo decidió no descontarle la pena cumplida en Francia, fue condenado recientemente a 17 años de cárcel por ordenar el asesinato del que fuera fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba, quien se libró del atentado porque los terroristas Idoia López Riaño, La Tigresa, e Ignacio de Juana Chaos se quedaron dormidos el 8 de mayo de 1986.