La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ofrecido este lunes a los poderes públicos catalanes abrir una etapa de "diálogo y consenso", pero a cambio pide respeto a la ley y lealtad institucional entre administraciones.
Lo ha dicho en la toma de posesión de Enric Millo como delegado del Gobierno en Catalunya, donde ha afirmado que el exdiputado autonómico recién nombrado en el cargo tiene que ser el "cauce de comunicación constante entre la sociedad y los poderes catalanes y el Gobierno de España".
La vicepresidenta ha elogiado la trayectoria de Millo y ha resumido así lo que quieren de él los dirigentes del Gobierno central: "Que sepa escuchar, entender, traducir, interpretar y hacernos llegar cuando no estemos aquí, que estaremos mucho, los problemas" e inquietudes de los catalanes.
Por su parte, el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña ha ofreciendo su "mano tendida" al Govern y a los ayuntamiento catalanes para cooperar, pero ha exigido respetar la legalidad y el Estado de derecho.
"Me comprometo a mantener en todo momento la mano tendida a la Generalitat y a los ayuntamientos con voluntad sincera de diálogo, acercamiento y acuerdo para garantizar el bienestar y la convivencia" de todos los catalanes.
Millo ha admitido las diferencias con el Govern, sin citarlo explícitamente en este punto, pero ha añadido que esto no excusa para incumplir con el marco constitucional: "Si lo queremos modernizar, podemos hacerlo, pero desde el diálogo y desde el consenso, y nunca desde la imposición".