Soraya Sáenz de Santamaría ha ganado hoy la la primera vuelta del proceso interno de elección del nuevo líder del PP y pasa el corte con Pablo Casado, quien ha anunciado ya su intención de llegar "hasta el final" en esta carrera y que decidan los compromisarios en el congreso del 20 y 21 de julio.
Con 21.513 votos, el 36,95 por ciento, Sáenz de Santamaría ha sido la más votada de los seis candidatos que concurrían a este proceso inédito, a escasa distancia de Casado, que ha obtenido 19.967 apoyos (34,30 %), mientras que la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se ha quedado fuera de la batalla final al conseguir 15.090 votos (26 %).
El primer mensaje de la exvicepresidenta del Gobierno lo ha dirigido directamente a Casado, al que ha pedido "integración" y "unidad", antes de remarcar que ha sido la candidata con más apoyos y prometer "generosidad" con los demás candidatos y su disposición a contar con todos en el partido.
Sáenz de Santamaría ha recordado una de las máximas del PP, la de que gobierne la lista más votada, para subrayar que no va a hacer ahora un "ejercicio de incoherencia" y por eso reclama el liderazgo, y le ha pedido a Casado que sea coherente con esta idea también. En cualquier caso, ha asegurado que se dejará la piel para ganar el congreso extraordinario y ser la próxima la presidenta del PP y candidata a La Moncloa.
Casado, por su parte, ha advertido esta misma noche de que pretende llegar hasta el final, y le ha pedido ayuda a María Dolores de Cospedal en este objetivo, al señalar que se siente "muy identificado" con la secretaria general y que ambos tienen una forma "muy parecida" de entender la política. El segundo precandidato en esta primera vuelta ha recordado que las normas internas del partido para este sistema de elección están "para cumplirse" y por eso ha apostado por que ahora tengan voz los compromisarios que también hoy han elegido los afiliados.
María Dolores de Cospedal ha dejado abiertas todas las opciones sobre lo que hará a partir de ahora o a quien apoyará, como ha dejado abierto su propio futuro en política, algo que ha prometido contar con "relativa prontitud".
Tras asegurar que no aspira a ocupar ningún cargo en la nueva dirección del partido, aunque sí quiere que su 26 % de votos esté representado, Cospedal ha propuesto abrir un periodo de "reflexión" y ha señalado que les corresponde a Sáenz de Santamaría y Casado tomar la iniciativa. Después de recordar los porcentajes de los tres primeros en las votaciones -Santamaría, Casado y ella- ha defendido la necesidad de ser "prudente" en este momento, aunque también ha prometido "no entorpecer" al que "vaya a ser futuro presidente o presidenta del partido".
En las próximas dos semanas los candidatos tendrán que hablar y se verá si se consigue la integración que ha pedido Sáenz de Santamaría o se llega a la batalla final de los compromisarios como pretende, en principio, Casado.
Soraya Sáenz de Santamaría ha ganado en treinta de las sesenta circunscripciones en que se han dividido estas votaciones y en siete comunidades, entre ellas Andalucía y la Comunidad Valenciana, que son las que más inscritos tenían para este proceso y en las que más personas han votado.
Los resultados obtenidos la colocan, según fuentes de su candidatura, en muy buena posición para esta segunda vuelta en la que incluso, aseguran, podría tener ya incluso mayoría de compromisarios dispuestos a apoyarla en el congreso si no hubiera integración.
La exvicepresidenta del Gobierno ha asegurado que su intención es hablar con todas las candidaturas y como ya hizo en campaña ha vuelto a prometer "generosidad" para poder integrarlos a todos. Por eso ha insistido en que en los próximos días tiene que hablar y mucho con todos, sobre todo con Pablo Casado por ser el segundo más votado, pero también piensa hacerlo con Cospedal, en cuyo equipo, ha dicho, hay personas "extraordinarias".