El candidato del PSOE a las próximas elecciones generales, Pedro Sánchez, se ha metido literalmente hasta la cocina de los españoles para pedir el voto y animar a los socialistas para que no falten a su cita el próximo 26 de junio, convencido de que puede ganar las elecciones.
Sánchez ha querido comenzar la campaña en territorio socialista, en la localidad madrileña de Móstoles, y con un acto diferente a los tradicionales mítines: pidiendo el voto 'puerta a puerta' a los ciudadanos. El líder del PSOE ha tocado el telefonillo de un edificio del centro de la ciudad y ha recorrido sus plantas, charlando con varias familias que le han querido recibir en su salón.
En total ha entrado en cuatro hogares, a las que se ha sumado algún vecino que abría las puertas sorprendido por el revuelo, ya que al candidato le acompañaban un grupo de periodistas. En cuatro de las casas a cuyo timbre iba tocando minutos antes un miembro de su equipo para pedir autorización, ya que las visitas eran grabadas, se ha rechazado participar.
Sánchez les ha explicado que él va a cumplir y que, de hecho, se ha comprometido a someterse en dos años a una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados , para que se evalúe su gestión.