Salgado reconoce que la tasa 'Tobin' planteada por Zapatero es complicada de llevarse a la práctica

  • El PP señala que el presidente sólo busca desviar la atención de los asuntos importantes

Zapatero, todavía en New York, se reúne esta tarde con la élite financiera del planeta. 13 de los más importantes inversores americanos, a los que ayer, en el seno de la ONU, proponía subirles los impuestos para acabar con la pobreza en el mundo.

La ministra de Economía, Elena Salgado, consideró hoy que imponer una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para luchar contra el hambre y la miseria es una "buena idea, aunque complicada de llevar a la práctica".

"Se podrá llevar a la práctica si hay voluntad por parte de todos", apuntó Salgado, que dijo que los países que están en el G20 son los que tienen en sus manos la posibilidad de que esta tasa sea una realidad.

Para el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, ha calificado de "retórica inútil sobre una figura tributaria inexistente e inaplicable" la propuesta de crear una tasa bancaria internacional defendida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la Asamblea General de la ONU. La propuesta, a su juicio, sólo busca "desviar la atención pública" de los "grandes asuntos fundamentales".

En la misma línea, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que Naciones Unidas no era el foro adecuado para que el presidente del Gobierno planteara ayer la imposición de la tasa 'Tobin' sobre las transacciones internacionales y le ha acusado de buscar "sólo la foto". "A Zapatero lo que más le gusta son las fotos", ha resumido.

Un tasa que no es nueva. Conocida como casa Tobin - lleva décadas siendo debatida y rechazada el pasado día 7 en Bruselas por el Ecofin. Así, lo recordó la portavoz popular, señalando que el propio vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, comentó en 2009 que tasas de esa naturaleza sólo tienen sentido plantearlas en la reunión del G-20.

El hecho es que su propuesta llega 24 horas antes de verse las caras con quienes gestionan buena parte de la deuda española y a quien en reiteradas ocasiones tilda de especuladores.

Del resultado del encuentro con los grandes inversores sabremos horas después. A Zapatero le espera una posterior reunión con el consejo editorial del The Wall Street Journal y una conferencia en la Universidad de Columbia.