Rubalcaba elogia al director adjunto de la Policía que criticó la investigación del caso Faisán

  • El PP le acusa de "jugar a enfrentar a la Policía"

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reiterado este miércoles en el Congreso de los Diputados su respaldo al director adjunto Operativo de la Policía (DAO), Miguel Angel Fernández Chico al ser preguntado por su informe remitido a la Audiencia Nacional en el que cuestionaba las conclusiones de la investigación del 'caso chivatazo'.

"Es un excelente policía, un gran profesional y sus informes me merecen todo el respeto", ha dicho el ministro en relación al DAO. Fue el pasado 12 de abril cuando el 'número dos' de la Policía y superior directo de Carlos Germán elaboró este informe en el que, entre otras cosas, consideraba "aventurado" decir que el móvil del soplo fue político en el marco de la negociación entre el Gobierno y ETA. Añadía además que las apreciaciones de los investigadores sobre otros miembros de la Policía van más allá de la praxis policial.

Rubalcaba ha sido cuestionado por este tema el día que se cumplen cinco años del soplo policial que frustró una operación contra la red de extorsión de ETA en el Bar Faisán de Irún. En concreto, el diputado del PP Ignacio Cosidó le ha preguntado si como máximo responsable del Ministerio "sigue apoyando" la labor del equipo de investigación liderado por Carlos Germán o si apoya al Director Adjunto Operativo.

"LA MEMORIA FLACA"

"Tiene la memoria flaca, le voy a recordar que hace pocos meses vino a pedir explicaciones por el policía Carlos Germán, cuyo trabajo parece ahora querer defender en esta cámara", ha replicado Rubalcaba, recordando que entonces el PP le "pidió explicaciones acerca de por qué le había nombrado como jefe investigador y llegó a decir que estaba totalmente implicado en la filtración".

También ha citado las críticas que recibió por la concesión de una medalla y ha reprochado al PP haber sembrado "insinuaciones intolerables sobre la honorabilidad de ese policía". "Yo en aquel momento le defendí", ha apuntado.

En sentido, ha criticado que hoy el PP "viene a decir lo contrario y parece que pone en duda al director operativo". "Al PP los policías le parecen buenos o malos en función de lo que digan: si dicen lo que les gusta son buenos y si no son malos. No le digo nada si investigan a sus compañeros de partido en la 'operación G~rtel', entonces son todos malos", ha añadido Rubalcaba, quien ha acusado a los 'populares' de 'usar los informes que le interesan contra el Gobierno y si no atacar a la Policía". "Y eso es una indecencia política", ha zanjado.

"¿A QUIEN TENEMOS QUE CREER?"

"¿A quien tenemos que creer?", se ha preguntado Cosidó, quien ha denunciado la existencia de "una Policía con dos versiones distintas y un ministro de perfil". "No juegue usted a enfrentar a la Policía, bastante daño le ha hecho ya con el 'caso Faisán'.

"Empiezo a dudar si su silencio tiene que ver con una estrategia o con una táctica exculpatoria. Cada vez más, el 'caso Faisán' para una gran mayoría de españoles se está convirtiendo en el 'caso Rubalcaba'", ha concluido.

CINCO AÑOS DEL CHIVATAZO POLICIAL

Precisamente hoy se cumplen cinco años del chivatazo policial en el Bar Faisán, de Irún. Los informes de la policía han revelado que el chivatazo tuvo un móvil político en el marco de un proceso de negociación con Eta. Es la historia de un soplo policial que frustró una operación contra la red de extorsión de ETA .

El juez Grande Marlaska entraba en el bar Faisán de Irún para desarticular el aparato de extorsión de ETA. No consigue todos los frutos esperados. La operación semanas antes se había abortado por culpa del chivatazo. Fue el 4 de mayo de 2006. Alguien se acercó al bar Faisán y al dueño del local, Joseba Elosúa, le entregó un teléfono móvi. Elosúa se lo puso al oido y ahí le advirtieron de la operación en marcha.

Aquel 4 de mayo de 2006 se iba a detener a un histórico dirigente del PNV Gorka Agirre, al tiempo que Zapatero se reunía con el presidente peneuvista Imaz en la Moncloa para recabar su apoyo en la negociación con ETA. Por eso, el Partido Popular siempre ha sospechado que el ministro Rubalcaba pudiera haber dado la orden para que se diera el chivatazo. Para no enturbiar las relaciones con el PNV ni la negociación del gobierno con los terroristas.

Hoy por hoy están imputados Víctor García Hidalgo, entonces director de la Policía Nacional, Enrique Pamies, jefe de la policía en el País Vasco, y un inspector de Vitoria. Aunque el Sindicato Unificado de Policía advierte que tiene su propia investigación, que la línea seguida hasta ahora no es la correcta y que en breve dará nuevos nombres.