El secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha defendido el concierto económico vasco y el convenio navarro, pero ha reconocido que el cupo sí es revisable, al tiempo que ha descartado una ruptura con el PSC y "un desembarco" del PSOE en Cataluña con su propia marca.
La polémica sobre el concierto económico ha sobrevolado la reunión de la Ejecutiva Federal que ha presidido Rubalcaba en la sede madrileña de la calle Ferraz y la comida posterior que ha mantenido con los seis secretarios generales regionales que forman parte de la dirección nacional.
Junto a esta discusión, la posibilidad planteada por algunos dirigentes socialistas de que el PSOE rompa con el PSC y se presente por su cuenta en Cataluña ha sido atajada por Rubalcaba sin rodeos en una rueda de prensa: "No va a haber un desembarco del PSOE en Cataluña", ha zanjado.
RUBALCABA DESPEJA DUDAS
Este debate ha vuelto a resurgir después de que el líder del PSC, Pere Navarro, planteara la semana pasada la eliminación del concierto vasco y del convenio navarro en la reforma federal de la Constitución que están diseñando los socialistas y que debe aprobarse en julio en su Consejo Territorial.
Rubalcaba ha dejado clara su defensa del concierto y del convenio pero ha admitido la posibilidad de que se revise el cupo, algo que "implícitamente" -ha dicho- se hace ya cada vez que se redefine la financiación autonómica, pues ambas cuestiones están ligadas.
"Concierto y convenio sí, cupo revisable", ha resumido Rubalcaba en defensa de una financiación más eficaz, justa y solidaria.
Algunos de los asistentes a la Ejecutiva y a la comida posterior, consultados por Efe, han asegurado que nadie ha discutido el concierto económico ni los derechos históricos del País Vasco y Navarra, aunque sí se ha apelado a la necesidad de que se revise el cupo del mismo modo que periódicamente se hace con la financiación.
Rubalcaba ha precisado después, no obstante, que el PSOE no va a entrar en el debate sobre un nuevo modelo de financiación, sino que se va a quedar en los "principios", con una propuesta de apertura "pactada y limitada" de la Carta Magna que permita reforzar y completar el Estado autonómico, introduciendo los elementos federales que le faltan.
CONFÍA EN EL PSC
Ha confiado Rubalcaba en que el PSC se embarcará con el PSOE en este proyecto y, de hecho, se ha mostrado seguro de que habrá "un buen acuerdo" con los socialistas catalanes para ofrecer un "mensaje único" para todo el país: "Que Cataluña va a seguir siendo parte de España".
Durante los veinte días que faltan para el Consejo Territorial van a continuar las conversaciones entre la dirección y las distintas federaciones para recibir sus aportaciones.
Además de Rubalcaba y su "número dos", Elena Valenciano, están involucrados en este proceso el presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán, y el presidente de Asturias y coordinador del Consejo Territorial, Javier Fernández, entre otros.
"Vamos hablando con las federaciones y cuadrando el documento. Cuando lleguemos a Granada -donde se celebrará el Consejo Territorial del 6 de julio- lo tendremos todo razonablemente hablado y creo que acabará razonablemente bien", ha pronosticado Rubalcaba.
Uno de los principios que recogerá el documento y que no estaba previsto inicialmente es el de la "descentralización de la Justicia", pese a que hace un mes, cuando se presentó en Madrid la propuesta de reforma constitucional del PSC, la Ejecutiva rechazó de plano esa posibilidad.
Al acabar la comida de trabajo, el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, ha explicado a los medios que el encuentro ha servido para "adelantar conceptos" y ha dicho que todos esperan ser "capaces de cerrar un gran acuerdo de modelo de Estado", para lo cual ha opinado que hay "mucho margen".
También han asistido a este almuerzo Griñán y Javier Fernández, así como los líderes del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García Page; País Vasco, Patxi López, y Baleares, Francina Armengol, además de Rubalcaba y la vicesecretaria general, Elena Valenciano.
López y Fernández se han limitado a señalar que la reunión había ido "muy bien" y han declinado efectuar más declaraciones.
