El sucesor de Zapatero hereda la costumbre del presidente de usar aviones de la fuerza aérea española para acudir a actos del Partido Socialista. Cuando vimos a Rubalcaba reuniéndose con el sector hortofrutícola afectado por la crisis del pepino estaba en Almería y había volado en un Falcon en calidad de vicepresidente.
La cuestión es que después despega de Almería y vuela hacia Sevilla. El objetivo era un acto del PSOE como candidato a la presidencia en las primarias. Luego vuelo de regreso a Madrid.
El Gobierno ha explicado este jueves que el vicepresidente usó ayer el avión oficial para desplazarse desde Almería hasta Sevilla para mantener en la capital andaluza una reunión "institucional" en calidad de 'número dos' del Ejecutivo con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en el Palacio de San Telmo. En este sentido, desmienten "rotundamente" que Rubalcaba usase el avión para actos de partido.
Rubalcaba hizo ayer más de 1.500 kilómetros, de los cuales, si hubiera volado a Almería y hubiera regresado a Madrid como vicepresidente 1.100 son imputables al gobierno, los otros 400 kilómetros restantes son imputables al Partido Socialista. Lo que supone 3.000 litros de combustible de más y 2.400 euros más sólo en queroseno. Sin tarifas aeroportuarias incluidas.
Rubalcaba ya formaba parte del gobierno cuando en el año 88, Alfonso Guerra pidió desde Portugal un avión Mystere del ejército para llegar a una corrida de toros en la Maestranza sevillana.
Contrasta esta actitud con la de otros líderes, como el premier británico, que para celebrar el cumpleaños de su mujer se vino a Granada en un avión de compañía de bajo coste y a un hotel de tres estrellas.
