El presidente del Senado, Javier Rojo, ha reconocido este jueves que aunque haya decidido dar "un paso atrás" y retirarse "de la primera línea de la política" de cara a las elecciones generales, si el lehendakari Patxi López le pide ir en las listas del PSOE en los próximos comicios autonómicos del País Vasco lo hará porque sigue "en activo" y "a disposición" del partido "para lo que haga falta".
"Lo que me pidan lo haré, porque no me retiro de la política, solo estoy un paso atrás de la primera línea", ha asegurado al ser preguntado en una entrevista en "El Círculo" de Telemadrid por la posibilidad de que se le plantee dicha opción, al tiempo que también ha confirmado que está "a disposición" del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, si éste gana las elecciones. "Yo espero que me llame si me tiene que llamar", ha manifestado.
En este sentido, ha defendido que durante toda su carrera política ha estado "siempre a las duras" y ha intentado "ser el mejor" pero ha reconocido que "por respeto a la Cámara Alta, a quienes van a estar en un futuro y al futuro presidente", ha decidido hacer algo "tan noble" como "dar un paso atrás para que otro lo de hacia adelante".
"En un momento como este en donde hay más gente que sillas no creo que sea muy importante, y afortunadamente tenemos gente preparada y formada, que puede sustituirnos, porque aquí necesarios somos todos pero imprescindibles ninguno", ha recalcado, para añadir que aunque no vaya a formar parte de las listas a las generales, va a hacer campaña y va a estar con Rubalcaba porque le parece "un gran candidato" y "un gran activo para el conjunto de la sociedad española".
Dicho esto, ha reiterado que no deja la política porque el PSOE se encuentre "en un momento difícil" ya que, tal y como ha asegurado, ha vivido "momentos peores", al tiempo que ha reconocido que finaliza esta etapa de su carrera política como presidente del Senado con una cierta "amargura" por no haber podido llevar a cabo la reforma del Senado.
NECESIDAD DE ACUERDO
"Me voy con la amargura de que no hayamos sido capaces de ponernos de acuerdo para hacer la reforma del Senado. Espero que en la próxima legislatura no sea solo el enunciado de una campaña electoral", ha admitido, para reconocer que parte de la principal responsabilidad de no haber conseguido ese consenso recae en los dos partidos mayoritarios.
En esta línea, ha afirmado que aunque "lo fácil" sería echarle "todo el barro a los nacionalistas", el PP y el PSOE tienen más culpa de no haber podido alcanzar el acuerdo porque, tal y como ha apuntado, son ellos los que numéricamente "pueden configurar las mayorías para hacer las cosas".
"Los nacionalistas son importantes, pero los dos grandes partidos más. Si alguien tiene más responsabilidad, somos aquellos que lo hemos podido hacer y no lo hemos hecho", ha señalado, para añadir lo que le hace falta a España son "acuerdos importantes entre los dos grandes partidos.
"A mi me parece que este país necesita puentes y consensos, y no trincheras. A mi me duele en el alma porque nos podemos poner de acuerdo en lo difícil y hay cosas que en el entendimiento de las partes los ciudadanos lo agradecerían", ha señalado.
