El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado hoy que los presupuestos generales del Estado que el próximo viernes aprobará el Consejo de Ministros incluirán un recorte del gasto de los ministerios superior al 14%. Rajoy, que participa en la II Conferencia de Seguridad Nuclear que se celebra en Seúl, ha asegurado en una rueda de prensa que el objetivo de los presupuestos será cumplir con la cifra de déficit público comprometida con Bruselas, el 5,3 por ciento del PIB, lo que exige un proyecto "muy austero".
Tras recordar que el año pasado el Estado gastó 90.000 millones de euros más de lo que ingresó, ha afirmado: "así no podemos seguir". Ha recordado también que se puede reducir el déficit mediante la contención del gasto o con mayores ingresos, aunque ello no implique obligatoriamente subir impuestos.
El Gobierno no quiere "tocar todo aquello que afecta al consumo".
Por ese motivo, ha decidido que la única partida que suba sea la de las pensiones, medida que se ha tomado también por razones de justicia; ha apostado por congelar y no bajar el sueldo de los funcionarios.
Su objetivo es generar actividad económica que cree empleo, ha dicho, lo que hará aumentar el número de personas que pagan IRPF, IVA e impuestos especiales. Las reformas que está diseñando el Gobierno buscan, ha explicado, sentar las bases para relanzar la economía española e incrementar los ingresos.
España, ha insistido, necesita en estos momentos inversión, consumo y exportación.
LA HUELGA GENERAL
El presidente del Gobierno ha expresado su respeto a la huelga general convocada para el próximo jueves contra la reforma laboral, pero ha subrayado que no va a servir para solucionar los problemas de España y que el Ejecutivo va a seguir con su obligación de gobernar. Rajoy se ha referido a esa convocatoria de huelga general en la rueda de prensa que ha ofrecido en Seúl con motivo de la cumbre de seguridad nuclear, al ser preguntado si la protesta influirá en el contenido final de la reforma laboral.
El jefe del Ejecutivo ha recalcado que los sindicatos tienen el derecho, amparado por la Constitución, a convocar la huelga. No obstante, ha insistido en que esa protesta no solucionará los problemas del país y que el Gobierno va a continuar con reformas que considera imprescindibles para la recuperación económica y la creación de empleo. "Los sindicatos tienen derecho a convocar la huelga y el Gobierno tiene la obligación de seguir haciendo aquello que crea mejor para el interés general", ha señalado antes de expresar su deseo de que quien quiera trabajar el próximo jueves pueda hacerlo.
A su juicio, la reforma del mercado de trabajo va a servir, "en su momento", para crear empleo, y supone una modernización de las relaciones laborales. Rajoy ha asegurado que él se ha dirigido con franqueza a los españoles para explicarles la situación económica y que va a seguir adoptando decisiones para hacer frente a la misma, aunque muchas de ellas sean difíciles y no conlleven efectos a corto plazo.
"Si lo hacemos, España sentará las bases para el futuro, y eso es lo que estamos haciendo", ha reiterado el presidente del Gobierno, quien, al hacer balance de sus cien primeros días al frente del Ejecutivo, ha recordado que nunca en ese periodo de tiempo se habían hecho tantas reformas en España. "Probablemente, por eso reciba una huelga general", ha asumido Rajoy antes de insistir en que lo peor para España sería no hacer nada, que sería una irresponsabilidad. De ahí, que vaya a mantener el rumbo "respetando a las personas que no compartan el planteamiento general o alguna de las decisiones concretas que pueda adoptar el Gobierno".