Rajoy propone reducir el aparato administrativo de las CCAA y la discrecionalidad en la planificación urbanística

  • Quiere recuperar los grandes consensos de la transición y dice que el proceso de traspaso de competencias está "prácticamente culminado"
  • Así lo explica Rajoy en sus memorias, tituladas 'En confianza'
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Rajoy222 |Telemadrid

El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, advierte de que "lo que toca ahora es apretarse el cinturón" y que, para ello, es "urgente" una reducción "sustancial" del aparato administrativo de las comunidades autónomas, por lo que considera que tampoco debe crecer en un futuro próximo el número de empleados públicos. Asimismo, cree que es necesario moderar la discrecionalidad en la planificación urbanística.

Así lo explica Rajoy en sus memorias, tituladas 'En confianza' y que publica la editorial Planeta el próximo 6 de septiembre, en las que subraya que la gravedad de la crisis hace imprescindible el adelgazamiento de la Administración. "Estamos ante una encrucijada esencial de nuestra historia. O recuperamos el pulso o podemos acabar siendo un país marginado, irrelevante", afirma.

Para el líder de los 'populares', los ayuntamientos también deben ajustar sus gastos, pero para ello opina que "reformar la financiación municipal debe ser un objetivo irrenunciable para el futuro", aunque aboga además por reformar el mapa municipal y reducir la discrecionalidad en la planificación urbanística.

Ante el debate surgido en los últimos meses sobre la viabilidad del Estado autonómico, Rajoy hace hincapié en sus logros por el "aumento de colegios y hospitales o las mejoras en servicios sociales", si bien opina que, "en estos momentos, el proceso de traspaso de competencias está prácticamente culminado; las reivindicaciones en el sentido de siempre más competencias conducen a un automatismo indefinido sin llegar nunca a un techo definitivo".

En cuanto a las medidas que pondrá en marcha para salir de la crisis si gana las elecciones generales, ha insistido en que "la prioridad esencial será el crecimiento económico y la creación de empleo". "Todo lo demás quedará subordinado a estos objetivos; cualquier cosa que lo entorpezca será apartada o aplazada", añade.

Así, contrasta este objetivo con las políticas llevadas a cabo los socialistas. A su juicio, "la tónica común de los gobiernos del PSOE se traduce en una incapacidad casi crónica para gestionar adecuadamente los momentos altos del ciclo económico y en una incapacidad, también muy acusada, para desplegar las medidas necesarias a fin de superar las fases bajistas del ciclo".

GOBERNAR DESDE EL CONSENSO Y CON NULO SECTARISMO

En todo caso, asegura que su estilo de gobernar se basará en "actuar sobre la base del diálogo y el consenso, con nulo sectarismo o exceso de ideologías, e intentando no crear conflictos allí donde no sea estrictamente necesario". Por ello, reivindica el valor del consenso y la necesidad de un proyecto político integrador y abierto, para el que, según dice, serán necesarios grandes acuerdos nacionales y pactos de Estado.

En un plano general, Rajoy pone el acento en dos o tres cuestiones esenciales, como son recuperar los grandes consensos de la transición, hacer un esfuerzo para la recuperación económica y un pacto con la ciudadanía y un compromiso con la regeneración democrática. Sobre esto último, subraya que "el transfuguismo es una lacra de la democracia, una burla a los ciudadanos y un engaño a todos, y tiene consecuencias muy negativas para la salud de las instituciones".

Por otro lado, el líder del PP considera necesaria una gestión ordenada de los flujos migratorios, ya que opina que la capacidad de acogida no puede ser ilimitada, al tiempo que ve importante que los inmigrantes asuman derechos, aunque también obligaciones, como puede ser el conocimiento de la lengua así como el acatamiento de las leyes y los valores propios.

Y en cuanto a sus planes para política exterior, Rajoy subraya que el primer eje debe ser Europa, aunque también el "reforzamiento" de la alianza con Estados Unidos. "En mi europeísmo no hay el menor atisbo de tensión o contradicción con el atlantismo, al contrario", explica.