El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, se reunieron el pasado 15 de julio en la Moncloa, según han confirmado hoy a Efe fuentes del Ejecutivo vasco. La reunión, la tercera entre ambos mandatarios, tuvo lugar a petición del presidente del Gobierno, según han indicado las mismas fuentes, que han declinado comentar el contenido del encuentro.
Precisamente, el lehendakari había reprochado semanas antes la falta de respuestas a su hoja de ruta para la paz.
Urkullu había afirmado que Rajoy le tenía en "ascuas" por no haber obtenido de él respuesta a sus planteamientos acerca de la paz en Euskadi y de la necesidad de flexibilizar la política sobre los presos de ETA, una reivindicación, esta última, que el Ejecutivo central ha rechazado hasta ahora.
Esta cita coincidió además con el último comunicado de ETA, hecho público el mismo día 15.
En la reunión también estuvo la cuestión del déficit público y el Cupo: el déficit asignado a Euskadi es del 1,2 por ciento y la parte vasca quiere una décima más de margen de endeudamiento, mientras que en la liquidación del pago del Cupo vasco al Estado existen diferencias desde hace meses.
Por último, hablaron de la situación de los astilleros, unos días antes de que la Comisión Europea hiciera público su dictamen sobre la devolución de las ayudas recibidas.
Este encuentro es el tercero que mantienen ambos dirigentes. El pasado 30 de enero Rajoy y Urkullu mantuvieron su primera reunión institucional en la Moncloa en la que ambos coincidieron en que la prioridad es hacer frente a la crisis económica y acordaron mantener un canal abierto y discreto de comunicación para avanzar en el proceso vasco de normalización.
Las dos reuniones posteriores, una celebrada el pasado abril y la de ahora de julio, han sido citas sin cobertura mediática.
PREOCUPADOS POR LA DERIVA INDEPENDENTISTA
El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, ha expresado su preocupación porque el lendakari, Íñigo Urkullu, quiera «convertirse en un nuevo Ibarretxe» empujado «por la presión de Bildu y Batasuna». Además, teme que Urkullu pretenda «poner sobre la mesa el tema soberanista e independentista» para evitar que «se le pida cuentas» por su gestión económica.
En una entrevista, Oyarzábal ha manifestado que el PNV, «en este caso, está viendo que las decisiones que está tomando Artur Mas en Cataluña, están perjudicando enormente al crédito de CiU y de Cataluña» por esa imagen de confrontación «permanente» que está ofreciendo y por su empeño en dar«prioridad a lo identitario».
Tras señalar que parecía que «la posición que lideran los nacionalistas catalanes hasta hace un mes le daba respeto al PNV», ha manifestado que ahora el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, «anuncia que su partido fija como prioridad del curso político a partir de septiembre elnuevo estatus político para el País Vasco».
A su juicio, la estrategia del nacionalismo es utilizar el tema soberanista como «señuelo para desviar la atención sobre las cuestiones que verdaderamente importan a la gente». El dirigente popular teme que el objetivo del Gobierno vasco, «al poner encima de la mesa el tema independentista», sea que «no se le pida cuentas» de su gestión económica y las medidas que está adoptando para superar la crisis.