Rajoy a Iglesias: "La corrupción es siempre negativa, incluida la suya"

  • Le acusa de no estar libre de corrupción por los pagos de Venezuela
  • Iglesias le reprocha los millones de euros de fondos públicos desviados por "la trama organizada por el PP" a paraísos fiscales

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha acusado hoy al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de no estar libre de corrupción al negarse a condenar reiteradamente la violación de los derechos humanos en países como Venezuela debido a que "les han pagado" y eso les impide hacerlo.

"Esa es la corrupción de valores democráticos, la que ustedes practican porque a ustedes les han pagado y no son libres para defender su posición", ha exclamado el jefe del Ejecutivo en la sesión de control al Gobierno después de que Iglesias le preguntara "si ha contabilizado cuánto le cuesta a los españoles la corrupción de su partido".

En su pregunta Iglesias ya anticipaba la respuesta de Rajoy. "Seguramente me va a responder que un vaso es un vaso o me va a contar que Venezuela, pero le digo una cosa, mientras ustedes estén en el Gobierno los ciudadanos españoles van a tener que pagar de su bolsillo sus casos de corrupción.

Por eso, nosotros vamos a trabajar para echarles", ha avisado.

Y así ha sido: "Efectivamente le voy a hablar de Venezuela" le ha avanzado Rajoy antes de reprocharle ese "otro tipo de corrupción" que, a su juicio, también demuestran en Podemos cuando llaman "golpista" al opositor venezolano Leopoldo López, que ha pasado tres años en la cárcel.

Una acusación que ha recibido un gran aplauso de la bancada popular e incluso de los diputados de Unidos Podemos, incluidos Pablo Iglesias y su portavoz Irene Montero, que han aplaudido a Rajoy con sonrisas irónicas.

PODEMOS NECESITA QUE LAS COSAS VAYAN MAL

Según Rajoy, Podemos para "existir como partido" necesita "que las cosas vayan mal" y por eso "cuando las cosas mejoran sufren y se enfadan" y ya no hablan de la situación económica, ni del crecimiento ni del empleo. "Se agarran al mantra de la corrupción como un clavo ardiendo, la exageran, la magnifican, hablan de ella todos los días, pero no lo hacen para combatirla, lo hacen para ver si pueden pescar algún provecho político. Yo prefiero combatirla y lo hago, combato la de todos, la suya también", ha asegurado el jefe del Ejecutivo.

Antes Iglesias había recordado a Rajoy que el PP intento "vetar" esta pregunta sobre el coste de la corrupción alegando que "atentaba contra el decoro" parlamentario. Contra el decoro, según Iglesias, "atentan otras cosas", como los 23 millones y medio de euros de fondos públicos que, según un auto del juez Eloy Velasco en el 'caso Lezo', fueron desviados por "la trama organizada por el PP" a paraísos fiscales. Una cantidad que podría pagar -ha continuado- el ingreso hospitalario de 52.500 personas un día, las becas residencia de 15.600 estudiantes durante un curso escolar o la compra de cien aparatos de alta generación para hacer mamografías.

El secretario general de Podemos ha expuestos estos y otros datos para contabilizar lo que cuesta "la corrupción del PP", pero Rajoy le ha advertido de que en asuntos de corrupción Podemos no queda excluido. "Como usted sabe, o debería, la corrupción es siempre negativa, la de los partidos, la de todas las fuerzas políticas, incluida naturalmente la suya, que no tiene bula", ha subrayado el presidente para destacar después la importancia de combatirla.

Para ello, ha añadido Rajoy, el Gobierno trabaja en una triple dirección: primero, prevenir mejorando los controles y reducir la discreccionalidad en decisiones administrativas; segundo, mejorar los medios de quienes luchan contra la corrupción; y tercero, aumentar las sanciones.

En esa línea, según ha indicado, "ha trabajado el Gobierno, lo sigue haciendo y continuará haciéndolo en el futuro". "Y creo que con resultados positivos porque ahora se están descubriendo muchos hechos que datan de muchos años atrás", ha resaltado. "El Estado funciona y, por tanto, hay que perseverar", ha concluido Rajoy.

RAJOY AVALA A MONTORO Y CATALÁ Y RECUERDA QUE ÉL NOMBRA LOS MINISTROS

Además, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ratificado hoy su confianza en los ministros Cristóbal Montoro y Rafael Catalá frente a la reprobación de que han sido objeto por parte del Congreso y ante la que ha recordado que sólo él tiene la potestad de nombrar y cesar a los miembros de su Gabinete.

Rajoy ha mostrado su apoyo a ambos ministros en la sesión de control al Gobierno en respuesta a la portavoz del grupo socialista, Margarita Roles, quien le había instado a aclarar qué va a hacer ante esas reprobaciones y había acusado al Gobierno de actuar con "arrogancia y autoritarismo" frente al Parlamento.

El jefe del Ejecutivo ha asegurado respetar, "y mucho", las dos reprobaciones decididas por la mayoría de la Cámara, pero ha precisado que no las comparte.

"Y como no me obligan a tomar ninguna decisión, eso es lo que voy a hacer", ha recalcado ratificando así su apoyo a la permanencia de Montoro y Catalá en su Gabinete.Tras recordar que el nombramiento y el cese de ministros le corresponde a él en exclusiva de acuerdo con la Constitución, ha explicado que esa potestad y la de convocar elecciones son prácticamente las únicas que puede adoptar por sí mismo."Por tanto, no le corresponde a las Cortes ni nombrar ni separar ministros. Las Cortes tienen muchas competencias, muchas más que el presidente del Gobierno, pero ésta no la tiene", ha insistido.

Margarita Robles ha recordado a Rajoy que la Constitución dice que la soberanía nacional reside en las Cámaras, que el control político del Gobierno le corresponde al Congreso y que la responsabilidad política la debe gestionar ante el Parlamento.Frente a ellas, ha lamentado que el Gobierno actúe con "arrogancia y autoritarismo" y le ha pedido que respete las decisiones de los representantes de la soberanía nacional.

Ante las referencias de Robles al hecho de que el Tribunal Constitucional se haya pronunciado en contra de la denominada amnistía fiscal, ha recordado que lo hizo por una razón de forma, no de fondo, y no provoca ningún efecto jurídico.