El Príncipe Felipe ha destacado que Gregorio Peces-Barba fue un "servidor público de enorme ejemplo en tiempos difíciles" y que es una "pérdida para España y para la corona". Don Felipe ha visitado la capilla ardiente del que fuera padre de la Constitución y presidente del Congreso. El heredero de la corona se ha desplazado hasta la localidad madrileña de Colmenarejo, donde vivía Peces-Barba y donde se ha instalado la capilla ardiente, para dar personalmente el pésame a los familiares del político fallecido y transmitir también las condolencias de la familia real. Don Felipe ha desvelado que los Reyes ya han hablado con la familia de Peces-Barba.
"Para España y para la corona es una pérdida, ha sido un servidor público de enorme ejemplo en tiempos difíciles, y particularmente para mí también ha sido muy especial puesto que me tomó juramento como presidente del Congreso", ha manifestado el Príncipe que ha añadido que siempre recordaba con Peces-Barba esta circunstancia cada vez que se veían, puesto que es, ha señalado, un "recuerdo tan especial". Fue un momento para el heredero de la Corona "muy importante, muy simbólico y muy emocionante". "Para España ha sido un servidor público y siempre estaremos en deuda con él", ha afirmado.
Gregorio Peces-Barba no fue profesor del Príncipe, pero don Felipe ha asegurado que le consideró así, puesto que siempre será "una fuente de conocimiento y aprendizaje. Fue generoso en sus expresiones, estaba dispuesto a escuchar y a comentar con transparencia y claridad cualquier asunto y él era así para todo el que se acercara a él".Además, del Príncipe han acudido a la capilla ardiente Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, entre otros.