Este año se despide con una sentencia polémica. La de la Audiencia de Guipúzcoa que condena a cuatro guardias civiles por torturas contra los etarras de la T-4 en el momento de su detención. Una sentencia que sólo da credibilidad a la versión de los terroristas y rechaza otras pruebas como un documento del número uno de ETA confirmando que las torturas son falsas.
Portu y Sarasola fueron detenidos en enero de 2008 cuando bajaban del monte tras recoger dos revólveres. En diciembre de 2006 habían volado con un coche bomba la T-4 de Barajas y matado a dos personas, por lo que fueron condenados a más de mil años de cárcel. La sentencia por torturas considera que su credibilidad no es menor por ser terroristas.
ETA ha ordenado que todos los detenidos denuncien torturas, denuncias que son sistematicamente archivadas. El jefe de los pistoleros, Txeroki, detenido en noviembre de 2008, tenía un documento en el que reconocía la falsedad de las torturas, pero el tribunal cree que no contaba con la información correcta. A pesar de la sentencia, las víctimas reiteran su incondicional confianza en la Guardia Civil
La sentencia otorga credibilidad al familiar de un etarra que dice que vio la agresión y a un alcalde de la ilegalizada ANV. Solo valoran los informes médicos de la defensa de los etarras. No cree que Portu y Sarasola se lo inventaran todo y sobre todo no creen la versión de los agentes de la Benemérita
Estos aseguraron que usaron la fuerza necesaria para reducir a los etarras, que se resistieron al ser detenidos.