La Ertzainta pide a la Fiscalía de la Audiencia Nacional que el etarra Bolinaga, torturador de Ortega Lara y asesino de cuatro guardias civiles, sea controlado con una pulsera telemática.
La policía autonómica vasca alega que se debe preservar la intimidad del asesino y evitarle la presión de los medios de comunicación. Bolinaga está en prisión domiciliaria tras ser acusado del asesinato en 1986 del guardia civil Antonio Ramos.
La Ertzaintza no quiere dedicar recursos y tiempo a custodiar al etarra Bolinaga, quien casi dobla ya los diez meses-un año que los médicos le dieron de vida. Ha cursado una petición a la Fiscalía para pedir que le coloquen una pulsera de control.
Por tres razones. Evitarle lo que llaman "lesividad mediática", sea eso lo que sea, ya que ningún medio de información puede acercarse al etarra, confinado en su casa de Mondragón.
Preservar su intimidad, ya que la pulsera solo ofrecería datos de la ubicación del etarra en horarios determinados. Y lo que parece la verdadera razón; poder dedicar a otra cosa a la docena de agentes que ahora mismo le custodian, en su encierro y las veces que sale al hospital. La Fiscalía traslada la decisión a las fuerzas de seguridad. El etarra, torturador de Ortega Lara y asesino de cuatro guardias civiles salió de la cárcel en septiembre de 2012 aquejado de un cáncer supuestamente terminal.
Perdió la libertad condicional tras que el juez le acusase de asesinar en 1986 al guardia civil Antonio Ramos. En vez de devolverle a la cárcel, como pedían las víctimas, decretó su arresto domiciliario.