El PSOE abre una semana decisiva en la que comienza la cuenta atrás para la renovación de su liderazgo y en la que se espera que den oficialmente el paso Eduardo Madina y Pedro Sánchez, pero, sobre todo, la andaluza Susana Díaz, hacia quien se dirigen casi todas las miradas.
Y eso que ella sigue manteniendo un férreo hermetismo sobre sus intenciones, incluso después de que hace unos días la reclamaran la mayor parte de los dirigentes territoriales, excepto Extremadura y Asturias, y de que en los últimos días haya constantes rumores sobre supuestas presiones a Madina y Sánchez para que no se presenten y se articule una candidatura de unidad en torno a Díaz.
No obstante, fuentes socialistas precisan a Efe que en todo caso se trataría de "una candidatura de integración y no de exclusión", en un escenario en el que no sería descartable un tándem entre Díaz y Madina.
Fuentes del entorno de Madina, por su parte, aseguran a Efe que el diputado vasco sigue decidido a presentar su candidatura en los próximos días y que sigue trabajando en un proyecto para el partido y para el país.
Los partidarios de que haya varias candidaturas para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba lamentan que el "aparato" quiera seguir controlando el partido y se quejan de que sean precisamente los que han colocado a los socialistas en su peor momento quienes estén "intrigando" en la sombra y acaben por decidir quién tomará las riendas.
Recuerdan desde ese sector que hay un "clamor ciudadano" para que los partidos, empezando por el PSOE, cambien su manera de actuar, de relacionarse con la sociedad y se abran a la participación, y creen que consultar a la militancia sobre un único candidato sería "un paripé".
UNA SEMANA DECISIVA
Todo el mundo aguardaba que esta semana presentaran sus credenciales la presidenta andaluza, Susana Díaz; el secretario general del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, y el diputado Pedro Sánchez, pero el anuncio del Rey de abdicar ha copado la actualidad política y ha obligado a todos a posponer sus planes.
Además, la Ejecutiva Federal acordó el lunes posponer una semana el congreso extraordinario de julio, lo que ha desplazado siete días todos los calendarios, incluida la agenda para la recogida de avales, un mínimo del 5 por ciento (unos 10.000), sin límite máximo, que comienza el viernes.
En los círculos socialistas se confían en que los aspirantes hagan público su interés como muy pronto a partir del jueves, ya que el miércoles se debate en la Cámara baja la ley de abdicación y el martes también hay pleno y reunión del grupo parlamentario, en el que posiblemente haya fuertes discrepancias sobre la postura del PSOE en torno a la monarquía.
No obstante, y siempre que al final no haya una candidatura única, no se descarta que alguno de los hipotéticos aspirantes haga públicas sus intenciones mañana mismo y se sume al portavoz de la Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, el único que ya ha dicho que estará en la carrera sucesoria, si consigue reunir los avales.
Lo cierto es que mientras Madina y Sánchez tienen poco que perder en esta contienda, Díaz tiene que medir muy bien sus pasos y algunos dirigentes socialistas consideran que sólo lo hará si no tiene rival, para no desgastarse en una batalla interna que no tiene la certeza de ganar.
El voto de la militancia -alegan- es imposible de controlar desde Ferraz y desde los "aparatos" territoriales.
DÍAZ CUENTA CON UN RESPALDO ABRUMADOR DE LOS DELEGADOS
Susana Díaz podría contar con un respaldo abrumador de delegados en un congreso federal cerrado, pero, al acordarse que serán los militantes los que elijan al secretario general, el resultado es incierto si hay más de un aspirante.
Una derrota sería un jarro de agua fría para sus futuras aspiraciones, alegan desde el PSOE quienes justifican sus reticencias a presentarse, que se preguntan por qué tendría que arriesgarse ahora, cuando precisamente lo que tiene que hacer -según este análisis- es consolidar su liderazgo en Andalucía en las próximas elecciones autonómicas.
Aproximadamente unos 200.000 militantes del PSOE elegirán a su nuevo secretario general el próximo 13 de julio, en una consulta no vinculante cuyo resultado deberán ratificar los 1.000 delegados en el congreso extraordinario del 26 y 27 de julio.
Incluso aunque hubiera un solo candidato se celebrarían las "primarias cerradas", a fin de conferir al nuevo líder el apoyo de las bases y de que estas satisfagan su deseo de participación.
El periodo de recogida de avales va del 13 al 27 de junio, tras lo cual la proclamación definitiva de candidatos se efectuará el 2 de julio, para comenzar una especie de "campaña electoral" antes de la consulta.